La vida a los 16

Si en Ferrari reinara la cordura, un suponer, las cosas estarían meridianamente claras para este fin de semana: hay un tercer puesto que conseguir, un hombre mejor posicionado que otro para lograrlo, y un pequeño escollo que se llama Max Verstappen, quien ya tiene en la mano esa bendita plaza y puede defenderla con relativa comodidad...

He montado el primer párrafo en condicional porque a lo peor la italiana entiende que es mejor que sus conductores luchen por el cuarto puesto. Desde luego todo resultaría mucho más sencillo para el muro de La Scuderia aunque dejaría a los tifosi con bastante mal sabor de boca.

Mientras volvíamos a casa de ver Le Mans 66 no he parado de pensar en todo esto. La ocasión la pintan calva, Pierre Gasly, el sexto clasificado (de momento), ni pincha ni corta en esta guerra que debería celebrarse en Yas Marina, y vuelvo a usar el modo condicional porque con la rossa que nos ha tocado en suerte disfrutar no resulta posible apostar a que realmente vayamos a por todas. Leo que Bottas cambia motor y penalizará el domingo, con lo cual, hay cuatro pilotos que cuentan y dos son de los nuestros, en un circuito que, además, se puede ajustar muy bien al SF90...

Yo creo que con estos mimbres se podría montar un buen fin de fiesta, no por Vettel, ni por Leclerc ni Binotto ni Elkann, sino por la sufrida parroquia que sigue aguantando lo indecible a la de Il Cavallino Rampante mientras grita Forza! así mil rayos la partan.

Os leo.