Siento no tener tiempo ahora para clavar cuatro o cinco entradas pues entiendo que hay material de sobra. El caso es que está la realidad bastante atontadita, así en general. Disponemos de un hexacampeón mundial recién estrenado, por ejemplo, pero la rabiante actualidad cabalga a lomos del estreno de Ford v. Ferrari (Le Mans '66, aquí en España), así que como diría Germinal Castillo: no hay más preguntas, Señoría...
Pero tampoco quiero desmerecer el mejor caramelo sin brindarle unas letras. Fernando Alonso está en Argentina probando un Corolla Super TC2000 durante un evento promocional de Toyota Gazzo con su Hilux GR Sport, en lo que viene a ser una visita totalmente inesperada para el periodista austral que lleva buscando excusas desde que trató de arruinar la imagen del asturiano a finales de 2018, y un sapo difícil de tragar para todos los que en nuestro bendito país dieron cuerda al plumilla de los cogieron y tomaron en serio sus palabras.
Se ve que cuarenta años de automovilismo dan para mucha información confidencial y/o restringida y también para mucho gin tonic, y aquí quería llegar yo aunque casi he estado a punto de perder la trompa del monoplaza al encarrilar la curva. La prensa va a su bola y en sus filas hay de todo, tampoco vamos a negarlo, pero, en líneas generales, resulta muy negligente andar creyendo cualquier cosa que dice alguien que ha salido de la universidad de Periodismo.
Acabamos de charlar sobre la sorpresa que ha producido en los medios la victoria de Rebellion en las 4 Horas de Shanghai [Rebellion, ¡pues vale!], y tenemos aún reciente el podio de Fernando Alonso en el raid Ula-Neom. Lo importante en este segundo caso sería que va la segunda prueba que termina y con ello, tanto Marc como él continúan entrenado duro con vistas al Dakar. Pero como de costumbre la prensa tiene otros planes, bien porque todavía no entiende qué significa el verbo «entrenar», o bien porque ya se está frotando las manos con los ¡Oh! y !Ah! que nos regalará durante el mes de enero por el módico precio de un clic generoso.
Os leo.
Se ve que cuarenta años de automovilismo dan para mucha información confidencial y/o restringida y también para mucho gin tonic, y aquí quería llegar yo aunque casi he estado a punto de perder la trompa del monoplaza al encarrilar la curva. La prensa va a su bola y en sus filas hay de todo, tampoco vamos a negarlo, pero, en líneas generales, resulta muy negligente andar creyendo cualquier cosa que dice alguien que ha salido de la universidad de Periodismo.
Acabamos de charlar sobre la sorpresa que ha producido en los medios la victoria de Rebellion en las 4 Horas de Shanghai [Rebellion, ¡pues vale!], y tenemos aún reciente el podio de Fernando Alonso en el raid Ula-Neom. Lo importante en este segundo caso sería que va la segunda prueba que termina y con ello, tanto Marc como él continúan entrenado duro con vistas al Dakar. Pero como de costumbre la prensa tiene otros planes, bien porque todavía no entiende qué significa el verbo «entrenar», o bien porque ya se está frotando las manos con los ¡Oh! y !Ah! que nos regalará durante el mes de enero por el módico precio de un clic generoso.
Os leo.
Puede que en enero leamos muchos de esos ¡oh! Y ¡ah! si no gana. Pero también podría haber muchas bocas cerradas si un podio hiciera en la famoso carrera...imaginemos si gana. Estos plumillas, que dudo lo sea, como el citado en el artículo de publicar los fracasos del asturiano. ¡Qué pena da el tal Lonchi!
ResponderEliminar