Abríamos la jornada de hoy jueves hablando de Renault y se ve que la cerramos hablando de Renault, porque una patente es como un hijo adolescente y no hay padre (o madre), que no sepa que hay momentos en la vida, en los que proteger de la intemperie al pequeño gañán afectado por el acné, viene a ser como la defensa de Castelnuovo por los Tercios viejos.
Si el comandante Sarmiento viviera, a buen seguro entendería en qué ha consistido la retirada política de la gala. Enstone tiene una idea que la FIA ha sancionado como buena, y no hay razones para sacrificarla en un litigio por 9 puntos de mierda, ni mucho menos para desvelarla. Racing Point ha podido ganar una batalla pero lo importante es la guerra, y aquí, Renault mantiene en secreto su patente, y aunque a partir de México el invento deje de ayudar a la conducción, al menos nominalmente, a partir del Gran Premio de los USA puede suponer un as en la manga.
Hay quien ve en todo esto que la FIA está enseñando la puerta de salida a la francesa, pero la respuesta de Abiteboul y su gente me insinúa que va a ser que pulpo no es animal de compañía.
Quizás peco de optimista, como de costumbre, pero cuando alguien se muestra tan inteligente como para saber ver qué peligro es mayor y recular si la ocasión lo merece, es porque tiene pensado quedarse. Haas se habría enfrascado en una apelación, total, le daría igual, pero Renault no pretende enredarse con debates estériles (sic) y eso me demuestra que mira lejos, no cerca. No sé cómo acabará esta historia, obviamente, pero lo que sí tengo claro es que Enstone ha respondido de forma adulta a la chiquillada de la Federación.
Os leo.
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