martes, 3 de septiembre de 2019

Newgarden resiste


Con la noticia caliente de que Pocono será sutituido en el calendario 2020 por el óvalo de Richmond, se daba la salida a la penúltima carrera de esta temporada: el Grand Prix of Portland (Portland International Raceway), con el rookie Colton Herta ocupando la posición de gala.

La salida tuvo su puntito europeo, concretamente estilo Monza, ya que al llegar a la primera curva se montó una monumental tangana como las que suelen ser habituales en la Variante di Rettifilo del trazado italiano. Graham Rahal calculaba mal la frenada y golpeaba a Zach Veach, dando lugar a una emboscada en la que iban a caer Pigot, Sato, Daly y Hinchcliffe, que provocaba el primer caution de la jornada y perjudicaba notablemente al líder de la serie, Josef Newgarden, y a Simon Pagenaud, que fue tocado por Chilton.

Once giros después, ya en régimen de bandera verde, Herta, Dixon y Power comandaban la parrilla  mientras detrás se volvía a liar parda, esta vez con Ryan Hunter-Reay como extraño protagonista y desencadenante, ya que en una acción demasiado bronca sobre su compañero Alexander Rossi, termina calzándose a Harvey y obligando a desplegar la segunda amarilla.

Alrededor de la vuelta 33 comienzan los pasos por garaje. Herta entra pasada la 36 y Dixon le arrebata el liderazgo para empezar a abrir un sólido hueco que se desvanecería cuando un problema ele´ctrico lo llevaba primero a boxes, y después a salir con tres giros perdidos. Power era primero en esos instantes, con Rosenqvist a la cola de su vehículo y Rossi tercero después de haber perdido posición con el sueco. Newgarden, excesivamente cauto y celoso de proteger sus opciones al título, navegaba en el top five pero sin demasiadas ganas de comprometerse con el resultado de la carrera más allá de salir de Portland como llegó: líder de la tabla general.

Pasados los tres cuartos de la carrera Will Power se destacaba como principal candicato a la victoria. Felix Rosenqvist se mantenía cerca pero conservador, esperando un problema o un error de su rival que definitivamente no llegó, aunque a siete vueltas del final, Santino Ferrucci volvió a poner pimienta en la prueba. Su coche se detuvo en la recta de tribunas y el consiguiente caution reagrupó lo que quedaba de la parrilla. En la resalida Rosenqvist se fue a por Power, pero el australiano no estaba por la labor de ceder su ventaja y definitivamente vio el banderazo de cierre desde la primera plaza.

Detrás de Power, Rosenqvist, tercero Rossi, recuperando así parte de lo perdido en Gateway, cuarto quedaba un Herta que había merecido mucho más, y quinto, un feliz Newgarden que va a tener que pelear lo suyo para coronarse campeón de la serie en Laguna Seca el próximo 22 de este mes. Le basta un cuarto puesto, pero el de Monterrey no es lo que se dice una perita en dulce.

Os leo.

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