Para estar contentos

Da igual cuando leas esto: FOM pasa olímpicamente de uno de los mejores pilotos de la parrilla precisamente porque es uno de los mejores conductores de la parrilla y prefiere promocionar a los ídolos de indigentes mentales que no saben hacer la O con un canuto.

Llegas a la Fórmula 1, te vistes de Ferrari y te declaras fan incondicional de Schumacher, visionas un montón de carreras en Youtube mientras meriendas la nocilla, a poder ser editadas con música de fondo de Two Steps From Hell, y ya estás listo para conquistar el mundo armado con las estadísticas y los números que te proporciona una empresa que siempre te ha considerado bobo, por eso pasa en la actualidad de dar minutos a Carlos Sáinz: para que mañana penséis los mendrugos que ese españolito es uno más del montón, sabiendo perfectamente que os lo vais a creer a pie juntillas y sin hacer preguntas, porque de cultura automovilística andáis en números rojos, y de la otra, la general, justito raspáis el cero patatero.

Esta Fórmula 1 que nos ha tocado vivir está diseñada para idiotas y hasta cierto punto es normal que los imbéciles se crean los reyes del mambo.

No nacísteis para haber visto a Senna, pero lo alabáis porque os dicen que hay que alabarlo. Creéis que Balestre era poco menos que el diablo cuando el francés, cuantitativa y cualitativamente, parecía una hermanita de la Caridad comparado con Max Mosley y Jean Todt. Habéis entronizado a un prevaricador como Charlie Whiting tan sólo porque el FOM os dice que ha sido una grandísima persona... Y si el FOM nos dice carrera tras carrera que Carlos no existe, para los mendrugos no existirá por muchas vueltas que le demos.

Pero hay vida más allá de la morralla y el madrileño sigue ahí y continúa firmando actuaciones de cine, y a mí me da que que es para sentirse contento y orgulloso poder contar con el segundo piloto, en la última década y media, al que FOM escatima logros; y demos gracias Dios porque Sáinz junior nos ha salido con perfil más bajo que el asturiano, porque en caso contrario, doy por seguro que ya le habrían sepultado bajo toneladas de porquería porque así actúa la autoridad competente: dando alpiste a los ilusos y creando portentos de plastilina o hechos en base a ladrillitos de Lego.

Os leo.