Que además de tocapelotas soy raro de cojones no hace falta que me lo digan.
Interstellar, por ejemplo, es una de mis películas favoritas pero no por lo que estáis pensando. En esencia, me la trae al pairo su cercanía a nuestra actual convención científica sobre la comprensión del universo, me encandila el drama humano que plantea sobre la mesa. Eso de que dos personas puedan estar tan cerca que casi se pueden rozar, y la vez tan lejos...
Christopher Nolan, como director, me gusta a veces y otras no tanto. La mayoría es que no, para qué vamos a engañarnos, y bueno, gracias a su trabajo en Interstellar descubría que las películas suyas que sí recuerdo y sí quiero recordar, todas ellas han sido firmadas como guionista por su hermano Jonathan.
Tengo excusa para observar la vida así aunque lo que no tengo hoy son ganas de excusarme. Hemos perdido a Niki y la oportunidad de participar en las 500 Millas de Indianápolis con el Nano, y todo en unos días. Nos queda Oriol pero hay quien no asimila todavía que no es lo mismo ni parecido, que el umbral de acercamiento a la prueba norteamericana ha rotado 180º desde el domingo.
Nadie desmerece a Serviá, fundamentalmente porque el hijo de Salvador tiene bagage suficiente como para aguantar éste y otros trallazos. Fernando tampoco es el problema, ni el alonsismo, ni McLaren ahora que la están cayendo hostias como panes. El problema está en la cabeza de quienes ven que hay un problema en que a Christopher Nolan le vaya a salir una mierda de película por no haber contado con Jonathan para ayudarle en el guión.
La vida viene como viene y hay veces en que nos perdemos en el decorado, científico o no, sin atender a la agonía que supone que existan dos personas que permanecen en el espacio/tiempo juntas y separadas a la vez, y que cuando la historia se resuelve, puede que sea tarde para las dos.
Os leo.
La resignación que supone el sacrificio, alimento de los Héroes. Más se habrá dejado el figura en otras temporadas, y por muchísimo menos premio. Que no saldrá mal el balance 2019...
ResponderEliminarInterestellar promociona con notable+ las asignaturas introducción, nudo y desenlace. En una era de refritos insoportables, es una bocanada de oxígeno. Mr. Nobody es otra de ellas.