Sexta entrega de esta minisaga de repaso a los equipos y nos encontramos con Racing Point, heredero de Force India y recuperado de las cenizas para mayor gloria de Lance Stroll, ya que su padre, don Lawrence, se apañó la escudería con el fin de salvar un montón de puestos de trabajo pero prefirió dejar en la cuneta a un valor contrastado como Esteban Ocon para montar en el segundo habitáculo a su hijo...
Obviamente la cosa no podía salir bien, ni siquiera contando con el cariño de Mercedes AMG y una unidad de potencia que viste la estrella de tres puntas en la tapa del ICE. Dejar una estructura prácticamente en manos de un tío experimentado como Sergio Pérez es mucho jugar a la ruleta rusa: por simple probabilidad el tambor hace clic en vacío cinco de cada seis veces, pero siempre que toca el fulminante suena Stroll!
De los 17 puntos que tiene en la actualidad la de Silverstone trece corresponden al de Guadalajara y los cuatro restantes al canadiense. Háganse ustedes cuenta, si al lado del mexicano estuviera un conductor que ¡ándale, cabrón!, la posible suma de los dos daría para que Racing Point liderara la llamada zona media de la parrilla, porque además de que el RP19 parece un coche bastante noble, se cuenta con el cariño de Brackley por los servicios prestados y una hermosa unidad de potencia made in Brixworth (aka subsidiaria de Mercedes-Benz, Stuttgart, Germany).
Cuenta Åsne Seierstad en El ángel de Grozni, que, por ponérselo difícil a los francotiradores, los coches con ocupantes delicados en su interior circulan normalmente a 180 km/h. por las calles de la capital de Chechenia y nunca bajan de 135 en orden de marcha durante sus trayectos, sin chocar con otros vehículos ni atropellar a nadie, se entiende. Checo valdría para este trabajo, Lance hace tiempo que sería historia...
Pero a lo que vamos. La desigualdad entre ambos pilotos es tan grande que no se puede hablar de progreso sino de supervivencia. Desconozco en qué términos anda la tesorería, incluso con la implicación de una empresa de dudoso cobro como Sport Pesa como patrocinador junto a BWT, pero me da a la nariz que no está boyante, lo que nos pone en que a diferencia de lo que hacía Force India en periodos estivales, Rancing Point se postula ahora como una de nuestra mejores candidatas a tirar la toalla, mayormente por ver si con el RP20 se consigue llegar al cambio de reglamento de 2021 lo suficientemente viva como para vender los trastros y hacer caja.
A ver, que no es ser agonías, que son 17 puntos en cinco Grandes Premios, con Red Bull literalmente a tomar por el saco y con Alfa Romeo, Renault y McLaren, pegadas a los talones y con aviesas intenciones de amargar la fiesta a una aventura que se parió coja porque por un hijo se hace cualquier cosa, incluso enterrarse.
Os leo.
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