Este miércoles hay jaleo en Indianápolis. Con ocasión de las 500 Millas y antes de que empiece el verdadero meneo a mediados del mes de mayo, la organización del evento tiene prevista una toma de contacto de la mayoría de participantes tanto con la pista del Indianapolis Motor Speedway, así como con los nuevos chasis de este año en su configuración de batalla para óvalos.
La sexta prueba del calendario NTT IndyCar Series 2019 —la quinta aún no se ha celebrado, se llevará a cabo el próximo 11 de mayo en la cuerda del Indianapolis Motor Speedway Road Course—, tiene la suficiente entidad como para merecer todos los tratos especiales que apetezca darle, y en este sentido, me merece la pena echar el ratito hablando precisamente de esta otra característica que diferencia tanto nuestra comprensión del espectáculo con respecto a la tienen los norteamericanos.
La sexta prueba del calendario NTT IndyCar Series 2019 —la quinta aún no se ha celebrado, se llevará a cabo el próximo 11 de mayo en la cuerda del Indianapolis Motor Speedway Road Course—, tiene la suficiente entidad como para merecer todos los tratos especiales que apetezca darle, y en este sentido, me merece la pena echar el ratito hablando precisamente de esta otra característica que diferencia tanto nuestra comprensión del espectáculo con respecto a la tienen los norteamericanos.
Es obvio que seguramente resulta cara y costosa una jornada de pruebas como la de este miércoles, de hecho, hay teams que no participan, pero imagino que también hay previsiones de no palmar demasiada pasta porque, con la tontería, Indy500 se nos mete en abril, se cubre el hueco de fechas entre la carrera de Long Beach y el Indianápolis rutero, y es más que seguro que todo ello sirva para dar muchísima visibilidad e incrementar el interés por el plato fuerte, lo que, consiguientemente, acabará siendo beneficioso para todos, tanto para la organización del campeonato como de la carrera, las televisiones, los patrocinadores, los propios equipos y, por supuesto, los aficionados.
Este todos ganan es una de las chinas más gordas que lleva la Fórmula 1 en su zapato. Aquí no salimos del modelo convencional de test y rara vez, por no decir nunca, se muestra cintura suficiente como para aprovechar una coyuntura desfavorable convirtiéndola en una hermosa oportunidad de negocio. Eso sí, ahorramos mucho y seguimos sintiéndonos el pináculo del automovilismo deportivo, contentos y felices de habernos conocido.
Os leo.
Y vamos a ver cómo de bien lo hace un equipo recién llegado. Aunque se apellide Mclaren.
ResponderEliminarLa verdad es que si Fernando hiciese temporada completa, yo me la veía.