domingo, 28 de abril de 2019

Binotto no es mi tipo [16-04-2019]


Pensaba dejar para mejor ocasión el reflote de este texto que escribí hace diez días para mi espacio de opinión en MotorPoint, pero he modificado mis previsiones una vez visto el deslumbrante ejercicio de inoperancia que cometió ayer Ferrari en tierras azerbaiyanas montando gomas medias en Q2, y es que creo, honestamente, que el técnico que sustituía al estanquero en La Scuderia nos va a brindar muchos quebraderos de cabeza a los tifosi de aquí a que termine todo en Abu Dhabi...


Las ideas preconcebidas suelen ser malas consejeras y Ferrari está pagando en estos momentos por haber creído que los males de la rossa iban a desaparecer, como un catarro pasajero, quitando de en medio a Maurizio Arrivabene y trasladando a Kimi Raikkonen de La Scuderia a Alfa Romeo.

El vettelismo lleva razón al intentar excusar a Sebastian Vettel en este inicio de temporada, y hay que dársela porque en este arranque de campeonato, pudiéndolo haber hecho mejor, tampoco se puede afirmar que el alemán lo haya hecho desastrosamente mal.

No se puede negar, por ejemplo, que en el Gran Premio de Australia fue la de Il Cavallino la que cometió un error supino metiendo en garajes a Vettel demasiado temprano, circunstancia que lastró su compromiso en pista y de rondón el de Charles Leclerc, que se vio supeditado a tan ingeniosa lectura de la carrera y acabó pagando los platos rotos al verse impedido desde su muro para superar a su Comandante en Jefe, amén de que se le hurtaba la posibilidad de hacer la vuelta rápida en carrera y haber podido ganar con ello un goloso punto extra tanto para su equipo como para él.

En el Gran Premio de Bahrein el asunto resultó bastante más hiriente. Charles llevaba mejor ritmo que Sebastian pero recibió orden de no superar a su compañero. La desobedeció, claro, y mantuvo a Ferrari en primera posición hasta que la fiabilidad pasó factura al monoplaza dorsal número 16…

Y en el pasado Gran Premio de China hemos disfrutado de un escenario parecido. Ambos pilotos llevaban ritmos parejos en carrera pero Ferrari ordenaba a Leclerc que se dejara pasar por Vettel para que, a la postre, los más que seguros tercer y cuarto puestos detrás de la inquebrantable armada de Brackley se convirtieran en una tercera y quinta plaza, gracias a que Max Verstappen supo meter su Red Bull entre los dos coches rojos.

Decía hace unos párrafos que el vettelismo lleva razón intentando descargar de responsabilidad al tetracampeón del mundo en este inicio de campaña, y bien, se la hemos dado, pero ante el abundante fuego de artillería que está sacudiendo Maranello, tal vez lo que pasa es que el ferrarismo y la mayoría de prensa especialista no tienen una memoria tan corta y leen el comienzo de 2019 teniendo en cuenta, también, la desastrosa campaña 2017 a partir del Gran Premio de Azerbaiyán y la no menos bochornosa sesión 2018 a partir del Gran Premio de Italia. Vettel estuvo allí, y como nos enseña en refranero español: seguramente de aquellos barros vienes estos lodos.

Sea como fuere, que es a lo que vamos, John Elkann, Presidente de la italiana y Louis C. Camilleri, su CEO (Chairman Executive Officer), tomaron la decisión de renovar la estructura en base a unos supuestos deseos del desaparecido Sergio Marchionne que jamás han sido concretados ni contrastados.

De esta forma, Charles Leclerc ascendía de Alfa Romeo-Sauber a la escuadra oficial para convertirse en compañero de Sebastian Vettel; así mismo, Kimi Raikkonen abandonaba su puesto en Ferrari y pasaba a Alfa Romeo, haciendo pareja con otro hombre de la casa: Antonio Giovinazzi; y como colofón, Maurizio Arrivabene era obligado a dejar su puesto como Director Deportivo en favor de Mattia Binotto…

Resulta obvio decir que ha habido suficientes cambios como para que los tifosi esperaran otra cosa, más si cabe después de la excelente pretemporada que había hecho el SF90 en Montmeló. Así las cosas, quizá la pregunta que deberíamos hacernos en estos momentos es si Binotto es el hombre adecuado para liderar el proyecto y enderezar el rumbo perdido por Ferrari a mediados de 2017.

Sin lugar a dudas yo diría tajante que no, porque lo que necesita en estos momentos La Scuderia no son más paños tibios sino fortaleza e ideas claras en su cúpula de dirección.

2 comentarios:

  1. Esto es el cuento de nunca acabar.



    King Crimson

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  2. No estoy al tanto de la prensa mamporrera británica, pero leo ya varios artículos en la web oficial en los que Hamilton empatiza, o algo así, con el bueno de Leclerc. ¿Qué te parece la puntada con hilo de nuestro piloto de Tewin, ya que Ferrari en ese aspecto está más bien mudo, para arrimar el ascua a su sardina en la guerra sicológica de este principio de temporada de 2019? ¿Un puntito más en ese relato que quiere construir de su visión de las cosas, tal vez?

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