Observando a toro pasado el caluroso recibimiento que han dispensado a los rookies los guardianes de la llama eterna y el tarro de las esencias, dan ganas de decirles aquello de: ¡to'pavosotros, estiraditos!; pero como en el fondo la cosa no consiste en andar tirándose los trastos a la cabeza como hacen nuestros políticos, vamos a dar por bueno (e inevitable) que haya todavía quien cree en los puestos fronterizos en el automovilismo deportivo.
Es una opinión, obviamente, pero lo importante de lo que ha sucedido hace unas semanas escasas ha sido que, por tercera vez, los recien llegados hemos conseguido traspasar las lindes de la Fórmula 1 para catar el motorsport USA, lo que sumado a la experiencia WEC nos pone en que somos un poquito más cachondos que antes. ¿Dónde va a parar?
Está bien que se nos trate de convencer de que hay que pagar por ver ahora lo que anteayer disfrutábamos gratis, pero toca las avellanitas que pasada la euforia se vuelva a la misma rutina de siempre, en la que existen listos y pobre gente que sigue sin entender nada...
Entiendo que tampoco cuesta demasiado ir por la vida sin dar sermones, pero en su caso, si uno siente ganas de darlos y no sirven para levantar las audiencias ni aumentar el número de visitas por entrada o visionado, habrá que aceptar que el mundo no es perfecto pero así y todo merece la pena intententar mejorarlo.
También es verdad que si no ponemos a Alonso en alguna parte del texto, a poder ser en el titular, se ve que la cosa no chuta como debería, pero es lo que hay. En todo caso, la Rolex 24 at Daytona 2019 ya es capítulo cerrado y, personalmente, agradecería que no se le diera más vueltas si va a servir únicamente para continuar con la cantinela de costumbre hasta que vuelva a tocar pasar por caja, que ahí se ve que no es tan importante la limpieza de sangre.
Es una opinión, obviamente, pero lo importante de lo que ha sucedido hace unas semanas escasas ha sido que, por tercera vez, los recien llegados hemos conseguido traspasar las lindes de la Fórmula 1 para catar el motorsport USA, lo que sumado a la experiencia WEC nos pone en que somos un poquito más cachondos que antes. ¿Dónde va a parar?
Está bien que se nos trate de convencer de que hay que pagar por ver ahora lo que anteayer disfrutábamos gratis, pero toca las avellanitas que pasada la euforia se vuelva a la misma rutina de siempre, en la que existen listos y pobre gente que sigue sin entender nada...
Entiendo que tampoco cuesta demasiado ir por la vida sin dar sermones, pero en su caso, si uno siente ganas de darlos y no sirven para levantar las audiencias ni aumentar el número de visitas por entrada o visionado, habrá que aceptar que el mundo no es perfecto pero así y todo merece la pena intententar mejorarlo.
También es verdad que si no ponemos a Alonso en alguna parte del texto, a poder ser en el titular, se ve que la cosa no chuta como debería, pero es lo que hay. En todo caso, la Rolex 24 at Daytona 2019 ya es capítulo cerrado y, personalmente, agradecería que no se le diera más vueltas si va a servir únicamente para continuar con la cantinela de costumbre hasta que vuelva a tocar pasar por caja, que ahí se ve que no es tan importante la limpieza de sangre.
Ahora bien, lo cierto e incuestionable es que muchos ya hemos pasado la frontera —algo que debería alegrarnos a todos, incluso a los estiraditos del comienzo de texto—, y contando con que en un elevado número de casos ha sido en calidad migratoria de «agachados», que decía Cantinflas.
Os leo.
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