Il ballo del potere

Casi doy gracias a Dios porque Ross Brawn haya reforzado la idea de que Fernando no ha tenido suerte porque nunca ha estado en el equipo y el momento idóneo. Bernie era el del mantra de que a Ferrari siempre se le ha ayudado a lo largo de la historia, y había dudas, lógico, ¿no? Pero ahora tenemos claro que incluso aquella mítica de 2010 a 2014 no era el equipo idóneo en el momento adecuado, ya me entendéis.

Gracias a Paco y Joserra y su indecente manera de remover mi conciencia [dentro vídeo], llevo desde anteayer escuchando a todo trapo la canción de Franco Battiato que da título a esta entrada, recordando, no sé tampoco por qué, que en la vida es mejor encontrarte con un hijo de puta que viene de cara que con un cobarde o un tonto, ya que estos sí que pueden jodértela de verdad.

Desconozco si Ross ha olvidado que los equipos adecuados en Fórmula 1 no los elige el deporte sino el negocio y que para acertar en nuestra disciplina hay que manejar previamente mucha información confidencial, pero bien está que el británico haya abierto este armario repleto de fantasmas con ganas de escapar porque tengo anochecer tontorrón, los gatos de Gorliz todavía no han salido de sus camas y me apetece que la gente no olvide cómo se construye la suerte en nuestra disciplina.

Brawn lo sabe bien, tuvo tanta suerte que tiempo después de haber abandonado Ferrari fue contratado por Honda como responsable del diseño de motores más o menos cuando Luca Cordero di Montezemolo y Niki Lauda, incluso Yusuke Hasegawa, coinciden en situar el origen de la unidad de potencia Mercedes-Benz que años más tarde será prácticamente impuesta al resto de la parrilla.

Corre noviembre de 2007, aunque la temporada siguiente los resultados son tan pobres que la japonesa decide abandonar la Fórmula 1.

¿Y qué hace Ross a finales de 2008? Bueno, el de Ashton-under-Lyne confía tanto es su capacidad de elegir bien que se queda en Brackley y alumbra el BGP 001 en tiempo récord, un coche ganador que obviamente no contará con un V8 RA808E de Sakura aunque a lo largo de nuestra historia no haya sido extraño que un determinado monoplaza lleve un propulsor viejo; no, para la ocasión es ayudado por Mercedes-Benz, que amablemente le proporciona sus modernos FO 108W, similares o idénticos a los que monta McLaren esa sesión, por ejemplo. ¡Vaya chollo...!

Brawn tiene tanta suerte y sabe elegir tan cojonudamente, que entre finales de febrero y comienzos de marzo ya ha fundado su propia escudería, Brawn GP, y se ha quedado con Brackley y toda la fábrica y estructura por un precio simbólico —hay quien dice que fue una Libra Esterlina, otros que un Euro, aunque imagino que exageran—, en todo caso, el dato es irrelevante porque lo bueno es que sin apenas presencia de anunciantes, el BGP 001 conseguirá en 2009 el Mundial de Pilotos con Jenson Button, y el de Marcas haciendo bueno aquello de llegar y besar el santo.

¿Os imagináis desde cuándo una plataforma Mercedes-Benz no participaba de un título de Constructores? Concretamente desde 1998. En 2007 casi pudo ser pero lo estropeó Ron Dennis, casualmente justito antes de que Brawn fuese contratado por Honda...

No acaba la cosa aquí. Con ambos títulos bajo el brazo, nuestro protagonista no decide hacer lo que haría cualquiera en su situación, sino que firme en su convición de que donde pone el ojo pone la bala en términos de elecciones buenas y suertudas, vende por un pastizal su propio equipo a Mercedes-Benz en otra operación relámpago...

Paro aquí porque reconozco que la fenomenología paranormal que rodea esta saga me sube mucho los ánimos, tal vez demasiado.

Escribí algo al respecto [#Brackley Tales]. Si os apetece echarle un ojo para pasar un buen rato creo honestamente que son tres entradas que enmarcan bastante bien este escenario que os acabo de contar a medias, aunque también es verdad que con los datos que he ido acumulando posteriormente resulta ahora incluso más chocante y gracioso.

En fin, no quiero distraerme. Si Ross Brawn dice que Fernando nunca ha estado en el equipo y el momento idóneo, conviene hacerle mucho caso, porque es una de las personas del paddock que más sabe de esto. Y sí, la Ferrari de 2010 a 2014 tampoco estuvo bendecida por el negocio porque había otros intereses sobre la mesa...

Con vuestro permiso sigo con Battiato y mis nostalgias. Os leo.