Checo Pérez ha sido renovado para 2019 por Racing Point (Force India) y compartirá colores con Lance Stroll, lo que en sentido estricto no supone ninguna novedad.
El canadiense es hijo de uno de los propietarios de la nueva aventura y se había hecho el backet para el VJM11 a finales de agosto. Entonces se daba por seguro que lo estrenaría a más tardar en Singapur, pero habiendo temas económicos por medio parecía un poco descabellado que se sacrificara la capacidad de Esteban Ocon para sumar puntos, dado que, recordemos, Force India fue desposeída de todos los que tenía en su haber hasta después de Hungría para permitir que Racing Point se formalizara.
En fin, Pérez parecía un valor seguro de cara a 2019 y aunque se cernían sombras sobre su continuidad, lo cierto es que nunca han sido demasiado densas. El mercado mexicano siempre ha estado en el punto de mira de la Fórmula 1, con más énfasis, si cabe, desde que el Gran Premio de México se incorporaba al calendario oficial en 2015. Está también el interés de Carlos Slim por mantener presencia en nuestro deporte, y bueno, en este escenario Sergio resultaba un pieza interesante antes y ahora...
Todo esto ya se sabía, más o menos, y aunque la noticia hacía falta porque cierra una de las últimas brechas de la parrilla —casi ocho equipos ya habían ido confirmando alineación oficial, y con el anuncio del de Guadalajara en Racing Point sólo nos queda saber qué conductores defenderán la librea de Williams—, también viene a resaltar que Checo ha ganado el mano a mano que mantenía con Esteban Ocon desde el año pasado.
La promesa francesa aparentemente se ha quedado sin sombra que la proteja. Queda Grove, pero la británica va a necesitar al menos un par de temporadas para enderezar la desastrosa deriva que inició a finales de 2016 cuando cedió a Bottas para fortalecerse con un Felipe Massa previamente jubilado. En este sentido, la posición de Pérez se antoja infinitamente más prometedora. Y es que en Fórmula 1 también cuenta a qué profundidad has enterrado tus cimientos.
Lejos de entender que existe algún tipo de injusticia en todo esto, yo entreveo el resultado de una carrera profesional muy bien trazada que va a permitir a Checo seguir apostando por ser el primero de los mortales aunque esta frase le moleste a él especialmente. Si quieres hacer algo en Fórmula tienes que estar en el momento y el sitio adecuado, y de momento, el mexicano tiene asegurado estar embarcado en una aventura que a partir de marzo que viene, perfectamente puede luchar por el cuarto puesto del Mundial de Constructores.
Todo esto ya se sabía, más o menos, y aunque la noticia hacía falta porque cierra una de las últimas brechas de la parrilla —casi ocho equipos ya habían ido confirmando alineación oficial, y con el anuncio del de Guadalajara en Racing Point sólo nos queda saber qué conductores defenderán la librea de Williams—, también viene a resaltar que Checo ha ganado el mano a mano que mantenía con Esteban Ocon desde el año pasado.
La promesa francesa aparentemente se ha quedado sin sombra que la proteja. Queda Grove, pero la británica va a necesitar al menos un par de temporadas para enderezar la desastrosa deriva que inició a finales de 2016 cuando cedió a Bottas para fortalecerse con un Felipe Massa previamente jubilado. En este sentido, la posición de Pérez se antoja infinitamente más prometedora. Y es que en Fórmula 1 también cuenta a qué profundidad has enterrado tus cimientos.
Lejos de entender que existe algún tipo de injusticia en todo esto, yo entreveo el resultado de una carrera profesional muy bien trazada que va a permitir a Checo seguir apostando por ser el primero de los mortales aunque esta frase le moleste a él especialmente. Si quieres hacer algo en Fórmula tienes que estar en el momento y el sitio adecuado, y de momento, el mexicano tiene asegurado estar embarcado en una aventura que a partir de marzo que viene, perfectamente puede luchar por el cuarto puesto del Mundial de Constructores.
Os leo.
Tienes que estar en el momento y el sitio adecuado........
ResponderEliminarEsta afirmación en esta entrada me ha dado por pensar en las "injusticias" que ocurren en este bendito deporte. Se ve que has de ser poco menos que Nostradamus para que tu carrera en la F1 sea maravillosa y no tengas nunca que maldecir tu mala suerte por tu mala cabeza.....
Mala cabeza, pero en ¿qué sentido?, mala porque eres un Verstappen desbocao, un Vettel desesperao,un Hamiltton "bon vivant", un Kimi pasota, un Alonso guerrillero, resto de la parrilla "todos fustraos" porque se les niega la oportunidad.......... No se, creo que la mala cabeza no existe, y sí un cúmulo de circunstancias que te ayudan a elegir la opción menos mala en un momento determinado que por arte de magia te convierten en el más listo de toda la cuadrilla. Es decir has de tener lo que se llama "la suerte de los campeones", y respecto a este dicho hay tantas opiniones sobre el mismo como doctores honoris causa tiene este mundo.
Yo particularmente creo que la mala o buena suerte no existe en este mundo de gasolina, existe el "mal fario" que es lo mismo que decir un Petrov ó un Schumi en el momento adecuado (como me escuecen estas dos heridas.........).
Lo que existe es el trabajo bien hecho desde el primer momento, que ha de servir para poner las bases en el desarrollo de un monoplaza ganador, donde motor y chasis han de casar a la perfección.
Seguro que pensareis que esta receta la sabe "to quisqui" y que no digo nada nuevo, pero incluso conociendo la pócima de Asterix, estos "Romanos" (no me refiero solo a los de "colorao") se empeñan una y otra vez en en empezar de nuevo sin analizar que les lleva realmente al desastre........ ¿Recursos económicos mal empleados?, ¿piloto mediático en vez de ganador?, ¿ingenieros listos que no lo son?, ¿Arrivabennes o Pagafantas de turno?.....Si supiera la receta correcta pongo una asesoría y me forro.
Por tanto he aquí la frase mágica que todo lo puede y todo lo cura como la pomada de fierabrass y que hace que pilotos, ingenieros, escuderías y demás Nostrodamus tengan mejor o peor cabeza...........
Un saludo a nuestro Capitán de un alonsista.