La FIA se ha puesto dura en lo que respecta a que no se utilicen los alerones ni las aerodinámicas de 2019 en las pruebas posteriores al término de la temporada corriente, en Abu Dhabi; y confieso que si hace unos años habría tildado la iniciativa de muy mingafría, que diría Javier Clemente, hoy, con la espada curtida a golpes y arañazos, asumo que la FIA y Liberty no quieren más marrones que los necesarios.
Parece una tontería, pero esto de que los rivales puedan ver con antelación qué soluciones utilizará cada uno de ellos, suele llevar a una guerra que ríete tú de la tan temida de los neumáticos...
Parece una tontería, pero esto de que los rivales puedan ver con antelación qué soluciones utilizará cada uno de ellos, suele llevar a una guerra que ríete tú de la tan temida de los neumáticos...
El asunto pierde como espectáculo, no lo voy a negar —ni quiero—, pero hace tiempo que perdí la virginidad con estas peculiaridades de nuestro deporte. El show es la excusa y luego viene todo lo demás, los dineros, mayormente, que es lo que realmente aprieta. Tenemos ruedas de mierda porque se hacen para entretener artificialmente, ya que si entretuvieran a lo natural, como hacen Michelin o Dunlop en el WEC, resultarían caras y el negocio dejaría de ser sostenible. Y quien habla de Pirelli afirma que disfrutamos de una mascarada para ricos, aunque en términos low cost, de talonario estrecho, vamos, porque la Fórmula 1, a pelo, no la sostendría ni su padre.
Así las cosas, la inversión que se ha realizado para intentar que haya más adelantamientos en 2019 es considerada en estos momentos especie a proteger, y la mejor manera de hacerlo es que las innovaciones se vean en Montmeló, cuando apenas quede margen de reacción. Ahí entrará la FIA y sancionará qué es bueno y ajustado a norma y qué necesita un repaso, pero sin aspavientos y sin tiempo para que la gente se embarque en vorágines suicidas, que no es por nada, pero casi perdemos Force India y Williams tampoco es que esté como para tirar cohetes.
Los aficionados nos quedamos a dos velas y ésta es la parte mala, pero haced como cuando se habla de política ahí fuera: poneros el traje de raso, la camisa y la corbata de seda, los calcetines sin agujeros y los zapatos de piel buena. Vestiros como si fueséis a una boda o un funeral, en una palabra, y aunque no lleguéis al quince de cada mes, meteros en la piel del capital que os asfixia y entended que sin contención económica el futuro no existe. Vivimos por encima de nuestras posibilidades, justito nos da para pagar el agua, la luz, el gas y la cuota de autónomos, y bueno, mejor evitar una guerra y una escalada de inversiones que entretener al personal. Somos minúsculas partículas cósmicas y la FIA y Liberty nos están protegiendo.
Bernie diría que si hay que ahorrar se ahorre en caravanas de camiones y motorhomes. Mi abuela, la buena María Mendiola, diría que muerto el perro se acabó la rabia... Y así.
Os leo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario