Ayer visitamos el Museo y Circuito de Fernando Alonso y hoy, la verdad, me he levantado tarde pero con día tocapelotas premium, así que con esta entrada mañanera básicamente pretendo daros envidia...
Hecho el aviso a navegantes continúo con los spoilers: La jornada nos respetó en lo meteorológico, vamos, que no nos hizo falta ponernos la ropa de invierno, lo que facilitó que anduviésemos por La Morgal como Pedro por su casa.
Establecido el campamento base y dejando a Iñaki (Txifu) de atalayero mayor por si se divisaba en lontananza a Lucía Echevarría, quién sabe con qué arteras intenciones, cantamos el Asturias Patria Querida para ahuyentar a los fantasmas y nos dispusimos a disfrutar como jabatos tanto de la colección como del buen beber y el buen yantar que vino luego, y la agradable sobremesa en la que, como no podía ser de otra manera, hablamos mucho de lo divino y humano y poquito de carreras y gestas heróicas del Nano, desterrando por siempre jamás esa idea tonta que se tiene sobre el alonsismo al respecto de que está todo el día dale que dale poniendo pingando a Vettel y Hamilton...
Y nada más. Os leo.
Siendo sinceros, nos importaba más que apareciera Lucía y nos ensombreciera la tarde.
Pero en fin, a lo que vamos: quiero agradecer en nombre de Joserra y mío tanto a Marian, como a Marta, Maribel, Isabel, Amelia, Bea, Maite y su esposo Iñaki, el recibimiento y las horas pasadas en agradable compañía. Y sí, los salvajes del este nos perdimos dos veces al ir y una al volver, además, ésta última muy cerquita de Gorliz, lo que puntúa doble en nuestro casillero de despropósitos.
Pero en fin, a lo que vamos: quiero agradecer en nombre de Joserra y mío tanto a Marian, como a Marta, Maribel, Isabel, Amelia, Bea, Maite y su esposo Iñaki, el recibimiento y las horas pasadas en agradable compañía. Y sí, los salvajes del este nos perdimos dos veces al ir y una al volver, además, ésta última muy cerquita de Gorliz, lo que puntúa doble en nuestro casillero de despropósitos.
Y nada más. Os leo.
Esta entrada la escribiste conduciendo de vuelta o se la ibas dictando a Joserra por e l camino ...
ResponderEliminarComo yo ya dije una vez, la F1 es la excusa y al final se habla de todo menos de carreras.
Conste que las tres veces que nos perdimos -literalmente- fue porque estábamos de charrada.
ResponderEliminarYo no le ví escribir, si no paró de hablar!!
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Qué envidia!
ResponderEliminarQué lindo tener todo tan a mano, allá en la vieja Europa!
ResponderEliminarSaludos desde el Coño Sur.;)