Ni queriendo se puede negar que en el calendario del Mundial de Fórmula 1 existen determinados circuitos que ni fu ni fa ni todo lo contrario. Acabamos de salir de uno y vamos a otro.
Marina Bay es un truñaco y Sochi otro, lo que no quita para que ambos tengan una limitada responsabilidad en eso de ofrecer poco espectáculo, porque para darlo ya están las escuderías, sus coches y los benditos neumáticos, y por supuesto, los pilotos. Así las cosas, no parece muy de recibo que el sábado pasado se estuviera aventando que nuestro deporte era 12 segundos más rápido en las calles de Singapur, y hoy andemos tratando de encalomarle el muerto al trazado.
Desde su inauguración en 2008, la Fórmula 1 ha modificado tres veces su reglamento, en 2009, en 2014 y en 2017, y eso sin contar los microorgasmos que sufrió el primero en su corta vida: con posibilidad de KERS, sin KERS la temporada siguiente, y con DRS y nuevo suministrador de gomas en 2011... En total son cuatro escenarios técnicos si contamos con el que estaba vigente el año inaugural. Siendo sincero, yo diría que en el caso de Marina Bay se ha ido perdiendo la capacidad de encandilar al personal conforme han ido transcurriendo las sucesivas campañas y se han ido aplicando las nuevas reglas que buscaban, precisamente, mejorar el espectáculo.
Pero dejemos Singapur, que al fin y al cabo ya es pasado, y posemos nuestros ojos en el Gran Premio de Rusia que disfrutaremos a finales de la semana que viene.
Como circuito, Sochi es otra castaña dibujada con bigotera, escuadra y cartabón. No me convence, qué queréis que os diga. Como la mayoría de cositas que ha hecho Hermann Tilke para nuestro deporte, adolece de falta de imaginación porque también cumple una normativa FIA, ¡faltaría más!, y para qué vamos a engañarnos, porque en el fondo no deja de ser una excusa para generar obra civil y golosas comisiones durante su construcción y necesario mantenimiento posterior.
Imagino que hasta aquí ya llegamos todos, pero como insinuaba hace unos párrafos, si el circuito viene impuesto, lo que no es ni medio normal es que nuestro deporte no sepa enfrentarse a él para celebrar grandes carreras, de esas que hacen vibrar a los aficionados y quedan para siempre en su memoria.
Seguramente, el lunes 1 de octubre le estaremos echando la culpa al circuito porque es previsible que, aunque se estén disputando los Mundiales de Marcas y Pilotos entre Mercedes AMG y Ferrari, la carrera nos salga tostona ya que, por ejemplo, los pronósticos aventuran a estas horas que también iremos a un parada como estrategia recomendable, y bueno, ya sabemos lo que significa disputar una prueba a un solo paso por garajes: que esto siempre ha sido así; que ¿de qué te quejas Manolete?; y ¡por favor!, no critiques tanto, macho, que da la sensación de que no te gusta la Fórmula 1...
Los malos trazados ¿nacen o se hacen?
Los malos trazados ¿nacen o se hacen?
Os leo.
Los intereses políticos (y económicos) quedan claros con la puesta en escena se Putin en Sochi todos los años. ¡Cómo nos la coló Bernie!
ResponderEliminarEn cuanto a la carrera, sería tan sencillo como que Pirelli llevase el hiperblando, el ultrablando y el medio. Dos neumáticos que aguanten pocas vueltas pero sean muy efectivos y unos muy duros que aguanten más pero sea más difícil poner en funcionamiento al ritmo de alta carga de combustible.
Un saludo
Humildemente creo que no es únicamente tema de neumáticos, sino de todo el reglamento en general.
ResponderEliminarImaginemos por un momento que tienes un juego de neumáticos único, una sola dureza, y que es muy rápido pero no dura más de 15 giros ¿Cómo harías para ir rápido sin exceder el límite reglamentario del consumo de combustible?
Insisto con una "receta" (que no es propia, vamos) sobre la que ya escribí varias veces: Ala trasera alta, muy alta, que por reglamento quede despejada hacia adelante (que no puedan "amortiguarla" con ningún adefesio). Un ala tipo Handford. De algún modo "penalizas" a quien va delante y "ayudas" a quien va detrás. No necesitas ni DRS ni nada. Si no mejoras con ésto los sobrepasos pues no sé con qué lo harías.