domingo, 26 de agosto de 2018

Dentellada


Mira que veníamos avisándolo: el mayor error de Vettel en lo que llevamos de temporada ha consistido en no rematar a Lewis, metafóricamente hablando, cuando éste no estaba totalmente enfocado en el campeonato. 

Hoy parece tarde para lamentarse. Spa-Francorchamps es el circuito más largo del calendario y hay que afinar muy bien en carrera y clasificación o te expones a que te pase lo que a Ferrari hace unas horas, que dos circunstancias ajenas al guión (o casi) permitieron a Lewis meter una dentellada de órdago a los chicos de la rossa, y lo que parece peor: han conseguido que la siempre amiga prensa italiana haya comenzado a atizar con el gato de siete colas al tetracampeón del mundo 2010-2013, y es que el tiempo pasa y da la sensación de que La Scuderia sigue trotando sin salir de la cuadra.

En fin, no me voy a poner a diseccionar el trabajo de Ferrari en Bélgica.

En principio, lo sucedido con Kimi entra dentro de lo razonable. Con meterología cambiante y un trazado de 7 kilómetros, no me parece errónea la apuesta del coche número siete por llevar poca gasolina con la intención de marcar un buen crono sobre seco, en previsión de que la lluvia pudiera hacer el trabajo sucio con los rivales. No funcionó, pero perfectamente podía haberlo hecho y, sin duda, hoy estaríamos hablando de otra película.

Lo de Vettel, simplemente me parece cuanto menos disculpable: lo intenta pero las condiciones del piso no son las más adecuadas, y cuando quiere hacerlo de nuevo se encuentra con entre 160 y 180 caballos de potencia menos...

Y es esto estamos cuando Hamilton vio cacho y nos deleitó con una vuelta de ésas impecables que le salen cuando está totalmente enchufado. Y aquí radica el auténtico problema para la de Il Cavallino: Lewis ha vuelto y se muestra tan fuerte como soberbio. Así que si dentro de unas horas el británico es capaz de llegar primero a La Source, seguramente tendrá más de medio Gran Premio de Bélgica en el bolsillo.

En todo caso, no adelantemos acontecimientos. Queda por disputar una de las más bonitas pruebas del Mundial y no es por nada, está compuesta por 44 giros, vamos, que hasta el rabo todo será toro. Aunque eso sí, la dentellada a Maranello no se la quita nadie.

Os leo.

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