Carlos y la ciclotimia

La contratación de Daniel Ricciardo por Renault ha reventado las quinielas, los pronósticos, el juego de la silla y todo cuanto ha encontrado a su paso, y nos ha devuelto a la realidad: Carlos participaba en la aventura de Enstone como cedido de Red Bull, y como tal, tiene todas las papeletas para volver a Milton Keynes a ocupar el puesto de segundo piloto rechazado por el australiano.

Tampoco voy a despercidiar muchas letras recordando a todos aquellos que valorando en positivo que en Ferrari o Mercedes AMG, por tirar de ejemplos a mano, se trate de forma especial a Sebastian o Lewis frente a Kimi o Valtteri, han preferido obviar que el español estaba de prestado en Renault, a la hora de valorarlo en su enfrentamiento con Nico Hulkenberg como si ambos disfrutasen del mismo estatus, ¡claro que sí, guapi!

Lógicamente, la de Abiteboul ha cuidado con un poquito de cariño extra a Hulk y esto se ha notado en pista. No obstante, el madrileño se ha desenvuelto bien y es casi seguro que habría conseguido más si hubiese dispuesto de mejores opciones. No ha podido ser y la culpa no debemos echársela a nadie salvo a Helmut Marko, quien ha jugado con Carlos de la misma manera que Red Bull con Renault en el asunto de las unidades de potencia: dilatando arteramente los tiempos con tal de joder a cuanta más gente mejor.

Herr doktor parece un puto cáncer por su capacidad para la metástasis, y ha vuelto a escribir una página negra con el inestimable apoyo de una prensa que ha preferido mirar para otro lado. Y el caso es que Ricciardo ha escapado como Steve McQueen del campo Stalag Luft III y nosotros nos hemos quedado como sin aire... ¿qué va a hacer ahora Sáinz?

No tengo mano en Milton Keynes pero imagino que lo lógico será que Carlos se lleve el número 55 a uno de los dos RB15 del año que viene. Y bien mirado tampoco es una mala opción. El español conoce perfectamente a Max y los dos se van a tener que enfrentar al mismo problema y prácticamente desde cero: lidiar con la unidad de potencia Honda. Lo que nos pone en que seguramente la temporada 2019 va a ser un poco pasabalabra en la austriaca, aunque me aventuro a pronosticar que la balanza caerá del lado de Sáinz porque tiene la cabeza mejor puesta sobre los hombros que su colega holandés.

Otra cosa será que a Marko le dé por ascender a Gasly para evitarle dolores de cabeza a Verstappen. Aunque lo parezca no es descabellado pensarlo, que ayer mismo me lo decía Ernesto. Carlos volvería así a Toro Rosso, pero, con vuestro permiso, dejamos lo de valorar esta opción para cuando podamos concretar que efectivamente herr doktor ha tenido otra de sus brillantes ideas, porque ir pa'ná es tontería y porque esto empieza a parecerse demasiado a una montaña rusa. Hoy exultantes, mañana melancólicos... Ciclotimia pura.

Os leo.