sábado, 7 de julio de 2018

No más errores


Es fascinante estado de forma mostrado esta tarde por Ferrari en Gran Bretaña sólo puede ser correspondido mañana con una estrategia de 10 (9'5, que la perfección no existe, o eso nos decían los frailes).

Sea o no real la cantosa fragilidad de Brackley, habida cuenta la cantidad de puntos que se han perdido por el camino, la rossa no puede permitirse derrochar ni uno más. Mercedes AMG, queriendo o sin querer, da la sensación de que se ha puesto en la esquina del cuadrilátero para no molestar demasiado a Liberty Media, la patrona, y si no me fallan las cuentas o he leído poco sobre boxeo, éste es el momento más adecuado para que el aspirante se crezca, ya que el fingir también es una forma de debilidad.

No os voy a ocultar que se me ha puesto una sonrisa de oreja a oreja viendo los tiempos de Vettel y Raikkonen, ni, tampoco, que me ha encantado la aparente divina facilidad con que Hamilton ha roto la banca en clasificación, aunque haya sido por un pelo. Pero el sábado es el sábado y cuando viene siendo hora de rematar se llama domingo, mañana, para más señas.

No veo a Maurizio Arrivabene muy preparado para estas lides, la verdad, pero os juro que estoy abierto a las sorpresas, a cualquier tipo de sopresas; que a lo mejor el estanquero de la italiana nos viene vestido de vikingo en unas horas y nos regala una de esas disputas que acaban siendo sí cuando los pronósticos daban para no. Habrá que afinar mucho. Sacrificar a Kimi no servirá de nada porque ya nos conocemos todos, pero quedan el gañán de Sebastian, un SF71H divino de la muerte [Contranaálisis, SF71H], y la oportunidad que brinda Silverstone.

No es poco, para qué vamos a engañarnos. En épocas de sequía hasta los mendrugos de pan más duros saben a gloria...

Aunque no venga a cuento, os diré que todo esto me recuerda al cabreo que cogió Bernie en primavera de 2016 porque la de Il Cavallino no había sabido aprovechar la tregua de felicidad que había decretado Brackley. Contando estas cosas en su momento quedabas como el puñetero culo —que lo hice y así quedé—, pero luego las circunstancias que suceden te van dando la razón y vuelves a quedar como salva sea la parte porque se te olvidó poner la banderita de los cogieron, y entonces resultaba fatal (ahora también), y rematadamente feo (ahora también, ¡coño!), decir ya lo dije cuando el propio Ecclestone admitía que Mercedes había echado una manita a Ferrari.

Sea como fuere, estos regalines no deben ser desaprovechados jamás. Brackley parece o no parece, según sea el caso, que puede caer en la emboscada más boba. Pues bien, beneficiémonos de la coyuntura y clavemos al enemigo en el corcho, pero que sea de una santa vez, ¡leñe! Este año es Ferrari a partir de Silverstone o tiene pinta de quedar como 2017. Así que no más errores, por favor.

Os leo.

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