Ya os dije el otro día que andaba en vuestros retrovisores. Ha sido una semana durilla pero por fin hemos llegado al bendito sábado día 16 de junio con Nürbu ajustado en fecha y hora...
Y para celebrarlo suena Blue Train de Coltrane, porque las 24 Horas de Le Mans tienen alma de jazz.
A pesar de que todo parece estar medido al milímetro, a lo largo y ancho de la prueba hay espacio para la improvisación, para que una vuelta jamás suene como la anterior, para los solos y los duelos de instrumentos, para esas sesiones desarrolladas entre el humo de los cigarrilos y las pipas que terminan con una toalla al cuello y un bourbon en la mano; y el aplauso del público agradecido aunque el artista perciba que no ha alcanzado esa nota que se le ha escapado en el último momento.
Que paséis un gran día. Os leo.
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