Imagino la razón pero comprendo que no quedaría bien exponerla, que sé que me entendéis, y es que cuando se habla de 2008, el del Mundial en que venció Hamilton por un punto sobre Massa, todo son referencias a la carrera de Interlagos, como si el resto de la temporada no hubiese existido para el británico de McLaren, que a lo peor fue eso lo que sucedió.
Sin Fernando en la de Woking, McLaren decidió poner al lado de Lewis a Heikki Kovalainen, un joven valor que había demostrado en 2007 sus aptitudes sobre el R27 de Enstone, que iba a resultar muy fácil de manejar por Ron Dennis en una campaña enfocada a restañar las heridas en la británica, y que serviría (a priori) para templar al astro de Tewin, que buena falta le hacía.
Pero Hamilton no parecía estar muy por la labor.
La victoria en Melbourne le había dado unas alas que perdió en el siguiente Gran Premio, el de Malasia. Los dos McLaren quedaban en clasificación inmediatamente detrás de los Ferrari, y aunque iban a sufrir sendas penalizaciones de 5 puesto en parrilla por entorpecer a Nick Heidfeld y Fernando Alonso, ello no evitaba que Heikki hubiera metido 1 décima de segundo a su compañero y que éste partiera el domingo especialmente incómodo y nervioso, tanto por la posición tan retrasada (nono) como por la necesidad de reivindicar quién mandaba en la plateada, lo que a la postre supuso que el finlandés ocupara el tercer escalón del podio mientras que él terminaba en la quinta plaza.
En Bahrein no fue mejor. Mala salida, nervios, golpe al R28 de Alonso con inicio de caballito y pérdida de alerón delantero incluidos, y finalización a una vuelta de Massa y sin puntuar, evidentemente; pérdida del liderato y lo que es peor, empatado a puntos con Kovalainen...
No vamos a recordar una a una las carreras de 2008 porque sería un ejercicio que se va de la intención de esta entrada, y también, porque hay abundancia de material al que recurrir, tanto escrito como audiovisual.
Hamilton dilapida a base de tontunas el crédito que le había otorgado la prensa británica, y lo hace solito. El escenario propuesto por Ron Dennis para que se sintiera cómodo y diera de sí todo lo que llevaba dentro se había vuelto contra él por no saber gestionar su ventaja dentro del equipo. Empezaba a ser necesario poner velas a los santos y parar a Kovalainen y, obviamente, al de Suomussalmi comenzaron a pasarle cosas, muchas de ellas inexplicables, más o menos como las que le habían pasado en Woking a Fernando durante 2007.
Sí, Interlagos fue decisivo, tanto por lo bueno como por lo malo, que también lo hubo. Pero para llegar con la lengua fuera a Brasil se hizo necesaria la acumulación de muchas circunstancias que no se correspondían con la figura consolidada que nos habían vendido. Una de ellas, la que me ha animado a escribir estas líneas: Canadá. Hamilton carretea por la salida del pitlane y no repara en que el semáforo está en rojo. Empitona a Raikkonen y monta la de Dios es Cristo. Y abandona, claro.
Normal, entonces, que la FIA de Mosley declinara anular el controvertido Gran Premio de Singapur, porque de haber sido así, Lewis no habría ganado por un punto el año que no ocurrió. Sí, 2008.
Os leo.
Pero Hamilton no parecía estar muy por la labor.
La victoria en Melbourne le había dado unas alas que perdió en el siguiente Gran Premio, el de Malasia. Los dos McLaren quedaban en clasificación inmediatamente detrás de los Ferrari, y aunque iban a sufrir sendas penalizaciones de 5 puesto en parrilla por entorpecer a Nick Heidfeld y Fernando Alonso, ello no evitaba que Heikki hubiera metido 1 décima de segundo a su compañero y que éste partiera el domingo especialmente incómodo y nervioso, tanto por la posición tan retrasada (nono) como por la necesidad de reivindicar quién mandaba en la plateada, lo que a la postre supuso que el finlandés ocupara el tercer escalón del podio mientras que él terminaba en la quinta plaza.
En Bahrein no fue mejor. Mala salida, nervios, golpe al R28 de Alonso con inicio de caballito y pérdida de alerón delantero incluidos, y finalización a una vuelta de Massa y sin puntuar, evidentemente; pérdida del liderato y lo que es peor, empatado a puntos con Kovalainen...
No vamos a recordar una a una las carreras de 2008 porque sería un ejercicio que se va de la intención de esta entrada, y también, porque hay abundancia de material al que recurrir, tanto escrito como audiovisual.
Hamilton dilapida a base de tontunas el crédito que le había otorgado la prensa británica, y lo hace solito. El escenario propuesto por Ron Dennis para que se sintiera cómodo y diera de sí todo lo que llevaba dentro se había vuelto contra él por no saber gestionar su ventaja dentro del equipo. Empezaba a ser necesario poner velas a los santos y parar a Kovalainen y, obviamente, al de Suomussalmi comenzaron a pasarle cosas, muchas de ellas inexplicables, más o menos como las que le habían pasado en Woking a Fernando durante 2007.
Sí, Interlagos fue decisivo, tanto por lo bueno como por lo malo, que también lo hubo. Pero para llegar con la lengua fuera a Brasil se hizo necesaria la acumulación de muchas circunstancias que no se correspondían con la figura consolidada que nos habían vendido. Una de ellas, la que me ha animado a escribir estas líneas: Canadá. Hamilton carretea por la salida del pitlane y no repara en que el semáforo está en rojo. Empitona a Raikkonen y monta la de Dios es Cristo. Y abandona, claro.
Normal, entonces, que la FIA de Mosley declinara anular el controvertido Gran Premio de Singapur, porque de haber sido así, Lewis no habría ganado por un punto el año que no ocurrió. Sí, 2008.
Os leo.
Jugó muy sucio Lewis entonces, salió como un loco y viendo que se comía a Kubica giró en el último momento para llevarse puesto a Kimi, entonces su máximo oponente por el título. Luego le sacudimos a Seb por antideportivo, pero al lado de Hamilton es una hermana de la caridad.
ResponderEliminarEl comentario que no ocurrió ����������
ResponderEliminarInterlagos 2008 siempre se recordará por la humillación que le dio a Lewis un joven alemán con su Toro Rosso bajo la lluvia.Un talento que RB se encargó de frenar con tanto algodón dos años después.
ResponderEliminarLa prensa inglesa suele obviar la temporada y ensalzar el GP de Brasil por razones evidentes. La temporada fue una mierda (en términos de pilotaje de Hamilton, Massa y Kimi), pero El GP de Brasil fue "épico". ¡Si hasta nombraron a Alonso mejor piloto del año! ¡Los ingleses!
ResponderEliminarUn saludo