Nos encontramos ante las tres primeras clasificadas en el Mundial de Marcas y nos vamos a dar de bruces con una curiosa evidencia, ya que ninguna de ellas parece haber sido capaz de validar sobre la pista la enorme calidad que se les presupone por separado.
En todas el segundo piloto lo está haciendo mucho mejor que el primero, y puesto que hablaremos dentro de un rato de Mercedes AMG y más tarde de Ferrari, vamos a poner en foco en la protagonista de esta entrada, Red Bull, precisamente bajo esta perspectiva que estoy comentando.
Y es que la de Milton Keynes se ha enredado sola en diferente frentes que en mi humilde opinión la están sacando del campeonato.
Primero de todo hay que recalar en la estúpida guerra plagada de amenazas y fanfarronadas con su hoy por hoy suministradora de unidades de potencia, la francesa Renault. Segundo, pero no menos importante, la impericia a la hora de retener a Daniel Ricciardo, en la que ha habido espacio para alardear de tener recambio (Carlos Sáinz) mientras se negociaba la renovación del australiano. Y tercera, el controvertido estatus de estrella que se le ha dado a Max Verstappen, que no está haciendo otra cosa que suponer un auténtico foco de problemas.
El RB14 es uno de los mejores vehículos de la parrilla, como se ha podido comprobar en cuanto ha existido la más mínima oportunidad de hacerlo, otra cosa es que no lo parezca porque desde el Gran Premio de Australia la actividad de la austriaca ha estado rodeada de una abundante y ruidosa actividad paranormal que ha sido capaz, incluso, de solapar su puntual falta de fiabilidad y su delicadeza de tratamiento.
Así las cosas, Red Bull llega al Gran Premio de España como tercera fuerza en liza, y esta plaza resultaría bastante interesante de cara a lo que queda de campeonato, de no ser porque a la de Horner se le nota muy poco (o nada) que está dispuesta a sacarle provecho, lo que me lleva inevitablemente a recordar a José Mota en su papel de socorrista de playa, diciéndole a Juan Antonio Muñoz: No es por no ir... Si hay que ir se va, pero ir pa'ná es tontería.
Y eso, que os leo.
En relación a la motorización del próximo año, RB cuenta hasta fin de mes para definirse por Renault. Evidentemente hay dos alternativas, y todo parece indicar que se pasan a Honda, lo cual podría interpretarse como un espaldarazo a los nipones.
ResponderEliminarPero qué pasaría si deciden seguir con Renault? Cómo quedaría Honda? Seguramente su imagen se vería muy dañada y confirmaría su poca evuloción en estos años.