Empezamos el fregao vespertino con alegría y buen humor porque no todos los días sucede que vas firmando un fin de semana que apunta a victoria el domingo, y escacharras el coche en el momento menos oportuno, cuando no quedaba más tiempo que para tirar de Loctite y cinta americana.
Y claro, la lías así y vuelves al garaje y te encuentras con que te está esperando el ogro de los viejos cuentos echando espumarajos por la boca. Y mira que lo han intentado, pero nones, el RB14 no estaba para fiestas y mañana sales último por no haber podido disputar la clasificación. Como guinda del pastel, tu compañero, ése que no forma parte del New Project Vettel, va y se marca una vuelta perfecta en la ratonera de Mónaco y logra la pole...
Sólo espero que al protagonista de esta entrada le haya ido bien la tarde, vamos, que su padre se haya perdido por las calles de Montecarlo, por ejemplo, o que le haya pillado la policía del Principado que nos contaba Maese, y le haya llevado al calabozo para que pase la noche, no sé, por levantar la voz, por mostrar malos humos, por decir que se apellida Verstappen como el número 33 de Red Bull o por cualquier otra historia intranscendente. Max necesita espacio, aire, y nosotros, seguramente algo más de sosiego en nuestras evaluaciones.
Y es que a ver, estas cosas han sucedido siempre aunque sus consecuencias no resultaban tan dramáticas porque había por ahí un coche de reserva en cada escudería, que precisamente servía como apaño para estos casos.
El muletto o muleto no sé cuándo fue erradicado del paddock, para qué os voy a engañar, pero sin duda se borró del mapa cuando resultaba relativamente sencillo arreglar un monoplaza dañado. Eso y, obviamente, que se ahorraba una pasta manteniendo un vehículo menos, han obrado el milagro de que un accidente como el de esta mañana haya adquirido con el paso de las horas rango de delito de lesa majestad.
No quito gravedad al asunto, que conste, pero la etapa híbrida ofrece una serie de peculiaridades negativas que deberían haber sido contempladas a la hora de valorar qué hace falta en cada carrera. Y es que sin muletto, el chaval de Jos estaba vendido desde el minuto uno porque no hay Dios que arregle un bicho de los actuales en tiempo tan récord.
Con el coche reserva, Max habría hecho el indio igualmente, y seguramente también habría aguantado el chorreo de Marko, pero habría podido participar en la clasificación con un trasto peor afinado que el oficial, los aficionados lo habríamos agradecido, y mañana, sin duda sería otro cantar.
Pero no hay muletto y sólo toca joderse. Red Bull se habrá ahorrado unas perrillas porque no tiene un tercer coche del que ocuparse, no lo discuto, pero más va a perder como Max no lo borde cuando el semáforo se apague y dé inicio el Gran Premio de Mónaco 2018. Y por favor, antes de crucificar al holandés, reparad un momento en cuántas de éstas acumulaba un tal Gilles Villeneuve, que leo a muchos y pienso que son nuevos, pero no recientes, sino de ahora mismo.
Os leo.
Os leo.
En la época de Villeneuve, este chico se mataba antes de las veinte carreras.
ResponderEliminarTres de cuatro dando la nota, en un circuito de manos. Cuántas temporadas más necesita?
Diría está en una espiral negativa y gran parte de la culpa la tiene dirección de carrera. A ver si lo soluciona, el tío es muy bueno, pero no todo son manos.
ResponderEliminarNo se ha podido hacer lo de Nurburgring 2007 porque Max destrozó el auto, sino Charlie hubiera podido hacer como entonces. Disfrutaremos la carrera salga como salga y gane quien gane, pero la calificación está allí y no nos la quita nadie.
EliminarAquí el problema no es que llueva sino que lo hace sobre mojado. Y encima se aprieta el galletón en el mismo sitio que hace dos años y, lo que ya es imperdonable, en la tercera sesión de libres.
ResponderEliminarA todo esto Herr Markko parece que empieza a estar un poco harto del niñato, pues que le vayan dando, tiene un diamante y no sabe pulirlo.
Y mañana saliendo último se vuelve a fostiar. Porque va a querer pasar por donde no cabe...
ResponderEliminarA mi entender, Ricciardo es el único piloto que se le acerca al Nano. Mucho se habla de su sonrisa para no decir que es feo. Bueno, pues los feos le tenemos a él y al gran Gainsbourg; la Birkin lo supo adivinar: los feos somos mejores en todo. Mierda de mundo éste.
ResponderEliminarMe suena que en 2006 se quitó pornnormapor el tercer coche (mi última referencia de su uso es China 2005 cuando Schumi se llevo puesto a un Minardi en la vuelta de salida a parrilla)
ResponderEliminarUn saludo!
Para variar estoy de acuerdo con Chema , Màx está en un bucle de destrucción porque no se templa . Y no se templa porque nadie le para los pies , ni su escudería (que tiene pánico a que se largue) , ni Charlie que parece haberle dado bula para que haga lo que le venga en gana . Un par de sanciones duras le harían pararse a pensar y corregir ese ímpetu excesivo que le está llevando a cometer tantos errores .
ResponderEliminarComo diria Pirelli (vaya paradoja!!) "la potencia sin control no sirve de nada". En lo que llevamos de temporada solo en Montmeló no ha tenido incidentes. No he visto declaraciones de Jos maldiciendo a Max, como si hace con el motor Renault. Ironías.
ResponderEliminarA todo esto qué bueno es Ricciardo. ¿Algún día la historia y la providencia le otorgarán el merecido premio en forma de campeón del mundo? Espero que estos ojos puedan verlo, lo contrario sería toda una auténtica felonía.
ResponderEliminarKing Crimson
Hola.
ResponderEliminarHace un par de años creo que comenté que era una pena que fuesen a destrozar la carrera de un futuro "superpiloto" por las prisas de RedBull y Bernie - aderezado con una buena birra - de tener un nuevo super mega guai campeón más joven del mundo.
A un chaval de 17 años hay que foguearlo, templarlo, darle vueltas en pista, ponerle al lado de un piloto experimentado y, cuando esté a punto de caramelo, empezar a venderlo como futuro campeón.
Con 20 años, tenemos a un chaval que se cree - ojo que Senna también se lo creía - que es el mejor de en pista porque "él lo vale" y que los demás se deben apartar.
Y ya no se apartan... Un poquito, lo que le pasa a Mark Marquez, salvando las distancias...
Por otro lado, como hemos basado su psique deportiva en la adulación y el peloteo, ahora que empieza a necesitar ese fogueo que no ha tenido, vemos lo que falta... esa sensación de que NO ha aprendido nada...
No le echéis la culpa al chaval... los culpables son "los padres"...