viernes, 25 de mayo de 2018

Mónaco, 2007


Soy consciente de que llevamos días con la alerta naranja activada a la espera de que alguien peque y recuerde que hubo por ahí una temporada 2007 sobre la que siempre se pasa de puntillas, no vaya a ser que salpique y manche.

Pero siendo habitual y recurrente que los mismos ortodoxos que han levantado sus torres vigías con ocasión del Gran Premio de Mónaco de este año, aludan al Crashgate en cuanto Singapur asoma las orejas, por aquello de reavivar nuestra memoria y santificar el «se dice y no pasa nada», estimo que tampoco ocurre nada si recordamos que en el Gran Premio de Monaco 2007, Lewis Hamilton traicionaba a su equipo montando un follón de mil pares de narices que supuso para McLaren quedar a los pies de los caballos.

Lo más triste de aquello es que al final no sirvió de gran cosa. El de Tewin fue incapaz de rentabilizar su felonía, ganó en 2008 un Mundial que puede pasar fácilmente por ser el Mundial más anodino de nuestra historia, y a la hora de la verdad, el chico McLaren, el chaval de Ron, el hombre del clan, abandonaba su hogar a finales de 2012 para pasarse al enemigo...

Las buenas historias se escriben a base de tonos melancólicos. Mucho atrezzo y toneladas de tontería, pero a Lewis le falta (todavía hoy), una altura humana que haga de contrapeso a esa figura que sólo tiene sentido sobre la pista, a poder ser sobre un coche que no dé problemas. No ha colaborado en la creación de ningún proyecto. Siempre se lo han dado hecho. Todo. Ni siquiera organizó la bastardía en El Principado. Su padre y los medios británicos lo llevaron en andas. Detrás se intuye la sombra de Bernie y su cazamariposas, pero no fue Hamilton quien abrió la brecha ni mucho menos quien se responsabilizó de ella.

Y ¿para qué...?

Muchas veces me he formulado esta misma pregunta y os juro que jamás he encontrado respuesta. A lo tonto Lewis malgastaba la mejor oportunidad que ha tenido en sus manos y se buscaba un problema: el tipo de la foto que abre esta entrada, el individuo del que lleva huyendo once años con éste. Un piloto al que acuchilló por la espalda en Mónaco 2007, total, para nada.

Os leo.

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