Los inicios de Red Bull durante esta temporada están siendo como para enmarcar. Más necesitada que nunca de mostrar sus credenciales como tercer fuerza de la parrilla, y pareciendo tener todo lo necesario para hacerlo, después de Bahrein va cuarta en la tabla de constructores, detrás de McLaren y por delante de Renault...
La Fórmula 1 es muy jodida con estas cosas. Puedes disponer de muy buen material, de un magnífico coche, de una plantilla excelsa en la que está presente una de las mejores cabezas de la parrilla, dos pilotos fantásticos, etcétera, etcétera, etcétera, pero como no remates en pista todo esto no servirá de nada, de absolutamente nada.
Los dos ceros en Sakhir no dejan de ser una anécdota, tampoco saquemos las cosas de quicio. Cualquiera tiene un mal día o una jornada torcida, incluso Milton Keynes, pero en Melbourne el asunto tampoco estuvo mucho mejor a pesar de los 20 puntos cosechados (12 para Daniel y 8 para Max), ya que a Red Bull se la notó excesivamente ansiosa para ser una escudería puntera y, desgraciadamente, la sintomatología se reprodujo en Bahrein.
¿Mal comienzo? Yo diría que sí.
Os leo.
Bajo mi humilde punto de vista aquí puede estar el problema: en el planteamiento deportivo para este inicio de año se está mostrando excesivamente apresurado. El vehículo de esta campaña fue muy bien en los entrenamientos de pretemporada y quizás esta circunstancia ha llevado a la gente de Christian Horner a establecer una estrategia demasiado agresiva para los primeros compases del calendario, llevándola a hacer una lectura errónea del terreno que pisaban.
Renault no tiene su unidad de potencia al 100% de lo esperado y eso iba a afectar al vehículo sí o sí. En este sentido, someter a prisas a un coche como el RB14 —bastante crítico en su concepción, como prácticamente todas las creaciones de Newey—, resultaba arriesgado. Con aire limpio va de fábula, como pudimos ver a finales de febrero y comienzos de marzo en Montmeló, pero en montonera, en aire sucio, luchando con otros monoplazas, la cosa cambia radicalmente y se convierte en un arma delicada de manejar.
Obviamente, sin caballos suficientes los sábados se ponen muy cuesta arriba y a Verstappen y Ricciardo les toca trabajar en mitad de la parrilla como mejor opción y ahí, creo honestamente, es donde debería poner su foco Red Bull, al menos hasta que lleguen los refuerzos.
Es indudable que no tienen por qué repetirse los problemas de Bahrein, pero la austriaca no puede permitirse prolongar esta situación ni un minuto más, so pena de arriesgarse a que Mercedes AMG y Ferrari se distancien por encima de sus posibilidades. Está bien que la prensa especialista te cubra las espaldas y te pase el jabón poniendo su diana en los pilotos, pero hoy por hoy Red Bull es la cuarta escudería del mundial y la segunda de las tres que montan unidades de potencia galas. Y va detrás de una McLaren que no está para tirar cohetes precisamente, y por delante de una Renault que no deja de ser una Renault...
Es indudable que no tienen por qué repetirse los problemas de Bahrein, pero la austriaca no puede permitirse prolongar esta situación ni un minuto más, so pena de arriesgarse a que Mercedes AMG y Ferrari se distancien por encima de sus posibilidades. Está bien que la prensa especialista te cubra las espaldas y te pase el jabón poniendo su diana en los pilotos, pero hoy por hoy Red Bull es la cuarta escudería del mundial y la segunda de las tres que montan unidades de potencia galas. Y va detrás de una McLaren que no está para tirar cohetes precisamente, y por delante de una Renault que no deja de ser una Renault...
¿Mal comienzo? Yo diría que sí.
Os leo.
Red bull llevaba muchos años con la misma filosofía de coche; el mejor paso por curva con el mejor comportamiento en frenada. Esta año ha cambiado para aumentar la velocidad punta, sin tener el mejor motor, y adolece del mismo mal que Mercedes, pero claro, éstos tienen el mejor motor. Todo esto desde la barra de bar claro.
ResponderEliminarEstoy totalmente de acuerdo. Tengo la sensación de que RBR no tiene los pies en el suelo. Mucho tarda la renovación de Richichi y Marko metiéndose con Renault y alabando a Honda tampoco ayuda. A Max lo veo bien pero muy presionado por las circunstancias... Con tu permiso Maestro, hasta Barcelona pinta que no tiene arreglo.
ResponderEliminarY para colmo , antes del verano deben decidir su futuro ..
ResponderEliminarPara aquel que ve una espada desenvainada sobre su impía cabeza, la espada del rey , la espada de Damocles , los festines de Monza , con su refinamiento, no tendrán dulce sabor, y el canto de los pájaros, y los acordes de la cítara,nada volverá a ser lo mismo , si rompen con Renault , el Otoño puede hacerse eterno pese a la caricia de los céfiros , nada volverá a ser lo mismo .