Don Manuel Vega me había invitado a explicar a los lectores de MotorPoint qué estaba sucediendo con la participación de Fernando Alonso en la Rolex 24 at Daytona y qué se podía esperar, si me encontraba con fuerzas. Así que a pesar de que había confesado públicamente mis enormes limitaciones en cuanto a la prueba norteamericana se refiere [Charly y Eloy], encontré fuerzas y me puse a ello. Estaba claro qué iba a suceder, y a punto de celebrarse The Roar ese mismo día, apetecía soñar con los pies en el suelo... Pasen y lean...
A pesar de que Fernando Alonso y su propio entorno han reiterado hasta la saciedad que el piloto español interviene en la Rolex 24 at Daytona con vistas a preparar su posible participación en las 24 Horas de Le Mans de este año, en la horas previas a la toma de contacto con la prueba norteamericana (The Roar Before The Rolex 24) flota en el ambiente una pregunta muy clara: ¿podría ganar nuestro compatriota...?
A pesar de que Fernando Alonso y su propio entorno han reiterado hasta la saciedad que el piloto español interviene en la Rolex 24 at Daytona con vistas a preparar su posible participación en las 24 Horas de Le Mans de este año, en la horas previas a la toma de contacto con la prueba norteamericana (The Roar Before The Rolex 24) flota en el ambiente una pregunta muy clara: ¿podría ganar nuestro compatriota...?
Desde luego que sí, aunque conviene posar los pies en el suelo antes de venirnos demasiado arriba. Y si abro mi mente a esta posibilidad y la comparto con vosotros, es, fundamentalmente, porque en este tipo de citas de larga duración puede suceder prácticamente cualquier cosa, inclusive una victoria contra pronóstico. Sí, contra pronóstico.
A ver, las probabilidades de vencer en una primera intentona son escasas, para qué vamos a engañarnos.
Incluso contando con la elevada competitividad que adorna al bicampeón de Fórmula 1 en cuanto se baja la visera de su casco —destacada por Zak Brown al admitir que el asturiano va a por todas—, la que comienza hoy supone su primera incursión en el mundillo de la Resistencia como tal.
Está bien disponer de experiencia en carreras de 24 horas en karts, pero citas como Daytona o Le Mans (IMSA y WEC FIA, respectivamente) son infinitamente más complejas y exigentes, razón por la cual, Fernando ha aceptado meterse en el papel de rookie en la carrera norteamericana con la intención de aprender a desenvolverse en ellas.
Este razonamiento de base es, en cierto sentido, la clave de todo. El Ligier JS P217 de United Autosports, propulsado por un motor Gibson GK-428, comenzará a lidiar desde esta misma tarde (horario europeo) sobre el trazado Daytona International Speedway con vehículos conducidos por auténticos especialistas, y tendrá que convivir, además, con otros coches pilotados por profesionales y amateurs a lo largo y ancho de 24 interminables horas, con su noche incluida, lo que propone un escenario tan complejo como atractivo que sin duda supone un reto al gusto del de Oviedo, y a la postre, el principal aliciente para su participación.
Haciendo tripulación junto a Lando Norris y Phil Hanson, Alonso se enfrenta a una aventura totalmente nueva en su dilatada carrera profesional y aquí es donde, honestamente lo digo, deberíamos quedarnos de momento.
La prueba es lo suficientemente larga como para que pueda suceder de todo, y con vuestro permiso, me gustaría matizar que en Resistencia, ese todo depende muchísimo más del vehículo que en otras modalidades de competición.
La Rolex 24 at Daytona suele rondar los 4.300 kilómetros (2.492 millas) de recorrido completado, lo que hace casi cinco veces lo realizado en las 500 Millas de Indianápolis, y prácticamente la distancia equivalente a 14 Grandes Premios de Fórmula 1… Como se puede observar, el coche es importante y en definitiva, el mayor protagonista de este tipo de pruebas.
Si Lando, Fernando y Phil, consiguen cuidarlo y llegar con él a las primeras horas de la tarde del domingo 28 de enero en posiciones de cabeza, entonces sí resultará más sencillo responder a la pregunta que nos hacemos todos, y calibrar entonces con mayor seguridad, en qué plaza verá la bandera cuando ondee a las 20:30 marcando el final de la carrera.
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