Con esta entrada cumplimos lo pactado el martes pasado aunque prefiero cerrar mañana la serie #GotTalent con el texto que dedicaré a Lewis Hamilton, vigente Campeón del
Mundo, sobre el papel piloto a batir en 2018 y por tanto, máximo candidato al título, y Sebastian, el challenger.
Y es que nuestros dos protagonistas, amén de sus innegables virtudes y su peculiar inconsistencia cuando surgen problemas, comparten en común ser de los pocos niños preferidos de la clase que entraron en su día por el ojito derecho de mister Whiting y aún no han salido.
Un elevadísimo porcentaje de su imagen pública como deportistas depredadores (sic), vigorosos, hambrientos y rápidos, se debe a la incuestionable manga ancha con que Charlie los ha tratado casi desde que el mundo es mundo. Obviamente también hay clases entre los elegidos y en ese espejo donde nos miramos cada fin de semana de carreras, Lewis se lleva la palma en cuanto al cariño recibido de manos de Whiting, lo que no quita que a él, a Sebastian y a Max, los contemplemos bajo un paraguas normativo infinitamente más amplio y permisivo que el que utiliza el de Kent con el resto de integrantes de la parrilla.
Tampoco está demasiado mal, a ver si nos entendemos. La Fórmula 1 es un espectáculo y para funcionar correctamente precisa de pillos tanto como de parias. Así las cosas, con un marco reglamentario técnico que facilita desde 2009 los mamoneos e impide que la rivalidad (real) aflore en pista, se hacía imprescindible dotar a las figuras de relumbrón de cierto brillo especial que los equipare con nuestros viejos héroes. Aquí Charlie ha estado vivo, y rápido, ¡pardiez!
No es cuestión de abundar en este aspecto de la película, pero creo que podemos coincidir en que no a todo el personal se le permite insultar al Director de Carrera por radio o amilanar a un contrincante dándole golpecitos en el coche, y quien menciona estas trastadas habla de grúas que te sacan de las escapatorias o consentir adelantamientos al Safety Car, o remontadas a golpe de empujones y codazos, etcétera, etcétera...
No, no es cuestión de abrir viejas heridas. Basta echar la vista atrás, incluso a tiempos no demasiado lejanos, para comprobar que hay dos tipos de baraja y que a Hamilton y Vettel les suele tocar la buena mientras la dura e intransigente se usa con el resto de los mortales.
Y bien, menciono este espinoso asunto tan de mañana de lunes porque este trato tan favorable como anómalo ha modelado la forma de conducir del alemán y el británico.
Así las cosas, ambos suelen creer que la pista es suya aunque al de Heppenheim se le nota todavía que tiene poca experiencia conviviendo con la turba. El de Tewin ya pasó por este calvario y ciertamente muestra con más tablas cuando tiene que compartir curva o necesita abrirse paso. No obstante, el reglamento que estrenamos el año pasado tenía especial interés en que hubiese más lucha en pista, es decir: en que la definición entre las plazas delanteras y las siguientes se suavizara.
Falló porque todavía coleaba el asunto de la mezcla de aceite y combustible, porque las diferencias entre unidades de potencia seguía siendo grande, y porque las ruedas eran duras y duraban lo que no está escrito. Sobre el papel, todas estas circunstancias serán pasado en el Gran Premio de Australia y eso no lleva a que en 2018 deberíamos poder ver sin distorisones cómo funciona la normativa aplicada la temporada pasada.
Como sabéis de sobra, soy optimista con este cuadro aunque todavía mantengo dudas sobre cuál será la próxima broma de mal gusto que saque Charlie de su chistera.
Os leo.
Liberty no tiene influencia sobre la designación del director de carrera, y los comisarios?
ResponderEliminarEntiendo que Whithing es la antítesis del nuevo tinglado que quieren montar los americanos.
Charlie es la rémora de Bernie en la Fia. Liberty no lo dirá, pero si pudiese, mañana mismo se divorciaba de la Fia. Pensándolo bien, no se que falta les hace, aunque ya de que son accionistas de la F1.
ResponderEliminarEnrique
ResponderEliminarQue no te extrañe nada en este juego de poder , cualquier cosa es posible . Pero apuesto lo que sea que Todt estaría blindado con el "apoyo" de la parejita Brackley/Maranello .
Si Liberty hiciese cualquier movimiento , empezarían las amenazas de dejar la F1 .
Bernie era parte del juego , pero al notar que tenía encima la guillotina empezó a tirar de la manta . Cualquier declaración suya vale oro para tratar de entender qué hay detrás del telón .
Los americanos ya saben que para meter mano a algo tan intrincado las van a pasar canutas ....espero que ya lo sepan .
Me temo que los americanos aun no se han dado cuenta de que los piratas no navegaban solo por el Caribe y las costas de America del Norte (y del Sur), tambien navegan por el Mar del Norte.
ResponderEliminarEn cuanto les saqueen el segundo barco van a saltar, y os aseguro que un americano cabreado vale por unas cuantas decenas de piratas. Otra cosa será que nos enteremos, ya que el negocio está por encima de cualquier tipo de ego o victoria.
Saludos