No me extraña que Bernie fardara hace poco de habérsela colado a los de Liberty Media, la información aportada por Christian Sylt (Forbes.com) en pleno día de Reyes [F1 TV Audience Reverses By 40 Million Under New Measurement System] confirma que sí, nos dice que Ecclestone se la ha metido bien doblada a los norteamericanos.
También nos sugiere que Chase Carey y su gente hicieron bien quitándose de encima a la Bruja de Blancanieves en cuanto abonaron el último dólar pactado; y de rondón, que deberían ponerse en fila para pedir perdón, todos aquellos que durante los años que recoge el artículo aludido, han defendido el establishment y sus decisiones mientras nos llamaban malos aficionados a los que nos atrevíamos a decir que la cosa no llevaba buena derrota.
Se mire como se mire, una pérdida de 250 millones de audiencia en 10 años es una absoluta barbaridad. Además, la caída es constante y alguien tenía que haber hecho bien las cuentas aunque lo adecuado en cada instante fuese hacer caso a lo que decía el tovarishch Bernie, ya que era lúcido e insustituible y tal.
El caso es que donde otros ven razones de todo tipo para justificar este desastre, yo veo la decadencia de un deporte que poco a poco ha ido dando la espalda a sus protagonistas naturales: los pilotos, en favor de una filosofía mecánica e ingenieril que se ve ahora que no era el camino correcto.
Sustituimos la destreza del conductor por el F-Duct (2010) o el DRS (aplicado a partir de 2011), ponemos unas ruedas de risa para todos, eliminamos la creatividad, los riesgos y evitamos correr en lluvia, o primamos la omnipresencia del ingeniero de pista porque los coches parecen naves de Star Wars, y ahí que vamos camino a la extinción bailando tan felices tras la figura del flautista de Hamelin de turno.
Era previsible, se notaba en el ambiente, pero lo conveniente era que no peligrara el pase gratis al paddock, criticar a los malos aficionados o fardar de entendido ante la peña negando con estadísticas y números cualquier evidencia. ¿Queríais números? Pues los tenéis más arriba: 250 millones dejados en el camino de la excelencia. El futuro del espectáculo pasaba por olvidarnos de moñadas para relativizar la importancia del piloto hasta un exiguo 1% y ponernos en manos de las necesidades de la industria... ¡Ya!
Os leo.
De acuerdo. Pero no olvides el primar inicialmente de las tv en abierto sobre la pureza del espectáculo en directo para luego centrarse en el espectáculo de las tv de pago, el poner como objetivo prioritario a aquellos con capacidad económica para comprar un Rolex por encima del aficionado medio o de la cantera más joven, el desprecio de la comunicación oficial bidireccional en redes sociales y, por supuesto, la parcialidad ejercida durante años en la toma de decisiones "deportivas" perpetradas por el capo y su mano derecha en las torres de control de las carreras y /o desde la plaza de la Concordia de Paris (que manda huevos), que acaban con la paciencia del más pintado. Como pasa casi siempre, los problemas nunca tienen una sola causa.
ResponderEliminarUn abrazo!
Un aplauso para Ud Grind. Bien dicho.
ResponderEliminarBajo mi punto de vista esta f1 debe volver a aprender a caminar. Habría que tomarla como un bebé y poco que vaya aprendiendo a andar, luego con mejor soltura y finalmente que aprenda a correr, saltar y hacer filigranas. Asi de mal estamos.
ResponderEliminarEra un secreto a voces, lo que no sé es cómo le siguen dejando ser manager a este señor... una cagada comercial como un piano.
ResponderEliminarBesotes
¿Y Charlie? ¿Qué me decís de Charlie?
ResponderEliminarBah, tú no sabes que el hombre es el único animal que tropieza tropecientas veces en la misma piedra y encima se siente ufano de su estupidez. El otro día empezamos el año con la feliz noticia de que la deuda global escala a un récord de 193 billones, el 318% del PIB mundial Y oye, que aquí no pasa nada al fin y al cabo es el progreso que dicen unos muchos frente a unos pocos.
ResponderEliminarPues yo les maldigo a todos ellos!
https://www.youtube.com/watch?v=VR9yZYgaq8s
King Crimson
De uno que no puede pagar por ver la F1 de pago, ya no por imposibilidad económica, es también de intendencia.
ResponderEliminarCuando la F1 se volvió de pago, me habré descargado tres carreras (están publicadas a las pocas horas) y nada más. Desde entonces la F1 la sigo por este blog y me basta. Con las motos ni eso. Publicidad que antes me llegaba ahora no. Y sinceramente, sres, la vida siguió su ritmo y el Sol su rutina diaria.
PD: a los que criticaban a Lobato/A3 y alababan a lo de Movistar; que Dios les conserve la vista, porque el entendimiento lo tienen perdido. Que coñazo de retrasmisión, Lobato era capaz de tenerte tres horas sin un coche en pista esperando a ver si escampaba; estos apenas lo logran con todos en la pista.
Feliz año nuevo
Miguel
Pues yo creo que se ha ganado con Movistar, por todas las posibilidades que ofrece, independientemente de que gusten más o menos los que lo retransmiten.
ResponderEliminarEl fútbol lleva muchos años de pago y es lo que nos toca en estos tiempos. Lobato narraría muy bien y todo lo que queríais, pero la cantidad de contenidos, carreras antiguas y demás que ofrece Movistar, no se ha tenido en la vida, y aunque tenga que pagar, yo en mi caso lo hago con gusto.
Un saludo a todos.
Pablo.