Charly y Eloy

No pretendo ponerme pedante con estas cosas, pero puesto que tampoco sois pocos los que me solicitáis alguna entrada preliminar sobre la Rolex 24 at Daytona y antes de irme a la cama quiero cerrar algunas cosillas atrasadas, os diré que en esta modalidad de carrera de Resistencia estoy bastante en pañales, por no decir literalmente en pelota picada.

La disfruto cuando puedo pero como Aznar parlava català: en la intimitat...

A ver, como gurú tengo mis limitaciones y como influencer ahí navego, entre marca blanca Auchan o Hacendado. Comprenderéis que no llego a todo y no es cuestión de andar enseñando las herrumbres por sacar pecho cuando no toca o donde no corresponde. Aspiro a seguir prosperando en esto, quién sabe si a tener canal propio en Youtube para terminar diciendo que la culpa de todo la tuvo Lobato, que además mostró sus santos cogieron admitiendo que le tocó hacer Fórmula 1 y una de las primeras cosas sobre las que quiso saber era dónde llevaban la rueda de repuesto los monoplazas.

Uno se va haciendo conforme se mancha las manos, y la verdad, lo lleva bastante jodido quien piense que ya está hecho y jamás le tocará pringarse de grasa. Antonio, por ejemplo, supo rodearse de un equipo de gente que sí sabía y ésa fue su sabiduría: ser honesto.

Cada cierto tiempo os doy consejitos de abuelo que nadie me ha pedido. Insisto una y otra vez en que paséis como de la peste de quien os mire por encima del hombro porque acabáis de aterrizar en el motorsport. Da igual si habéis llegado hoy, lo hicísteis ayer o anteayer, o comenzásteis a ver la F1 cuando corría un español que se acabaría coronando Campeón de Mundo por dos veces consecutivas. Lo que consigáis aquí dentro os pertenece por mucho que una docena de mamones os digan que carecéis de suficiente pedigrí como para codearos con ellos.

A lo que vamos. La Rolex 24 es como Le Mans, por lo de la duración de un día completo, más que nada, el resto está lleno de peculiaridades muy americanas, así que me vais a hacer caso y os pilláis a Charly Barazal y Eloy Entrambasaguas y les leéis, escucháis en el GPCast o seguís los enlaces que os proporcionen, y seguramente este año disfrutaréis de Daytona porque corre el Nano y porque dispondréis de una base mínima para entender de qué va todo. El año 2019 y siguientes: más y mejor, que decía aquél.

Desde luego que escribiré cositas al respecto, faltaría más, pero nada de introducciones o exposiciones didácticas como en la Indy 500, ya lo siento.

Os leo.