Pierre Gasly ha irrumpido con fuerza en la actualidad formulera. Sustituye a Daniil Kvyat durante el Gran Premio de Malasia que se celebra este próximo fin de semana y ya hay quien barrunta que podría sorprendernos en su primera participación como piloto oficial en Fórmula 1.
Yo no barrunto nada. Serán las canas, pero doy por seguro que el francés va a procurarnos sabrosas sorpresas en Sepang, aunque, la verdad, no tengo muy claro si van a ser positivas o negativas ya que el STR12 tampoco es que sea la bomba y Faenza está en fase de declive, como todos los años por estas fechas.
Tampoco quiero aguar la fiesta a nadie, pero no pretendo ni por asomo que a Pierre le pasemos la garlopa si al final de todo tiene un mal fin de semana. El trazado malasio no es Singapur y, repito, Toro Rosso a finales de septiembre y principios de octubre no es el mejor lugar para estrenarse.
En realidad, quitando a los Mercedes AMG, los Ferrari y si acaso los Red Bull, cualquier coche de la parrilla te puede proporcionar una mala tarde. Force India y Williams estrenan unidad de potencia evolucionada. McLaren va con todo —menos risas que os tengo fichados—, y Renault se presupone que no estará por la labor de dejarse pillar por la hermana pequeña de Milton Keynes ahora que el divorcio entre ambas está más o menos apalabrado.
Sauber no cuenta y Haas... bueno, Haas recuperará el tono muscular no antes del Gran Premio de los EE.UU., así que al joven francés le queda por delante lidiar con la lluvia, mejorar los ratios de Kvyat y tratar de metabolizar a Carlos como compañero.
En este sentido, es de esperar que lo del ruso resulte relativamente sencillo debido a lo bajo que ha dejado el listón el Torpedo de Ufá en su intervención durante 2017. Lo otro ya es harina de otro costal, y no porque Sáinz sea de casa y lleve a sus espaldas la mayoría de puntos que ha conseguido Faenza esta temporada, sino porque el madrileño está realmente enchufado.
Sea como fuere, como decía al principio, será por las canas o por lo vivido, pero dejaría en paz a Pierre porque imagino que ya tiene suficiente presión encima. Si lo hace de puta madre en Sepang nos felicitamos y lo disfrutamos, y si por el contrario nos hace un Palmer, pues aceptamos que el mundo no es como nos gustaría que fuera y hasta la próxima ocasión, que decía aquél.
Os leo.
Daniil ha sido castigado por la cagada en Sepang. Me cuesta imaginar un piloto que se haya derrumbado psicológicamente tanto como el ruso. Es interesante pensar en como unos pilotos necesitan estar bajo presión para darlo todo y otros es totalmente lo contrario.
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