Oigo psicofonías

Ni se os ocurra ir al médico si a estas horas notáis como que os falta algo o escucháis voces raras. La mina no da para más, el filón Honda está llegando a su fin, al menos durante este mes, y donde no hay no se puede rascar, que decía aquél.

El caso es que habiendo muchas cosas de las que hablar, de unos meses a esta parte se han concentrado todos los esfuerzos mediáticos en dramatizar una situación que se enrevesaba en pretemporada y ha funcionado a las mil maravillas a partir de entonces, a la hora de atrapar clics, claro, muchos clics, que a veces parecía que los periodistas, redactores y redactores de contenidos, en vez de buscar la noticia salían por la mañana al campo, armados con sus respectivos cazamariposas, por ver si llenaban la bolsa antes del almuerzo.

Tenemos pendiente el fracaso absoluto de las ruedas Pirelli para 2017. No contentos con seguir empeñados en llamar estrategia a hacer lo que ordena el reglamento [La estrategia a una parada son los padres], parece que se nos ha olvidado que la italiana retiraba los compuestos duros porque... Bueno, dicen que tres noticias se entienden mejor juntas.

Promesas 2015: «Podemos tener dos o tres paradas y obtener prestaciones para poder empezar a romper récords de nuevo» [Hembery asegura que los Pirelli de 2017 pueden mejorar 3 segundos]. Opiniones 2017: «Los pilotos F1 [...] solicitaron al director de Pirelli, Mario Isola, que no volviera a incluir el duro en todas las carreras que quedan» [Los pilotos convencen a Pirelli]. Conclusión: «No se van a usar más neumáticos duros en lo que resta de temporada» [Pirelli anuncia los neumáticos para Bélgica y Japón 2017]...

No quiero aburriros. También están el tema del aceite, el asunto de si se aplicará lo acordado en marzo sobre salidas en mojado o seguiremos esperando a ver qué le sale a Charlie del pincel, o la cosa de que el reglamento 2017 parece que ha naufragado en sus expectativas iniciales ya que Mercedes AMG sigue ahí delante y su principal rival tiene su principal problema, precisamente, en la normativa.

En fin, si no os hubiese dado la tabarra con que todo esto de Honda no ha sido más que una gigantesca cortina de humo con la que evitar meterse en otros jardines, lo diría ahora, porque con el matrimonio McLaren-Renault se vuelven a replicar las mismas trampillas de siempre.

Donde había prisa por obtener resultados inmediatos en Woking ahora existe una inocente cautela y toneladas de buenas vibraciones. Da lo mismo que Nico Hulkenberg se viese obligado a abandonar en Singapur por problemas con su unidad híbrida. Da igual que Toro Rosso no valiese como muestreo sobre la UP Energy by Renault porque Faenza cumplía como podía sus compromisos con el suministrador francés, Carlos llegaba cuarto en Marina Bay y eso supone suficiente aval...

Nadie se pregunta si el RB13 de Red Bull es más chasis que unidad de potencia o si Ricciardo lleva su monoplaza donde éste no llega. Y todo porque la del rombo es la alternativa, el fenómeno de final de temporada aunque al mago empiecen a escasearle los conejos de la chistera.

No vayáis al médico, da la sensación de que escuchamos psicofonías porque hay demasiado silencio alrededor, porque las promesas sobre Renault son eso: promesas, y porque lo de Honda empieza a sonar a veta agotada cuando no a martillazo sobre hueco.

Os leo.