Informe de avances [Singapur]

Olvidaros de lo que se dice sobre 2018 porque todo es un enorme argumento trampa. A Honda la han bajado a segunda división y bastante hará si logra cumplir su plan de trabajo en una escudería que con la salida de Sáinz no va a contar con un buen piloto experimentado, y que, tradicionalmente, empieza a sufrir las consecuencias de su bajo presupuesto a partir de verano. Faenza es Faenza, y eso no va a cambiar de la noche a la mañana.

2019 será otro cantar, sin duda. Seguramente no esté aquí para sacar los colores a nadie, pero sí me gustaría dejar bien claro (ahora) que la aventura McLaren-Renault funcionará, o no, dependiendo exclusivamente de lo que hagan Woking y Viry Châtillon. La protagonista de este hilo de entradas no tendrá nada que ver en ello.

Donde sí ha tenido mucho que contar es en la castaña de año que llevamos encima, y también en el excelente estado de forma mostrado por los MCL32 en Marina Bay.

Soy consciente de que nuestros tempos son radicalmente distintos a los propuestos por el discurso oficial, no obstante, se acercan con mayor exactitud a lo que percibimos cada fin de semana de carrera. Así las cosas, sospechábamos que el objetivo de la japonesa sigue siendo el Gran Premio de Japón y que mientras nos acercamos a él se está optimizando la versión de unidad de potencia estrenada en julio pasado, concretamente el paquete de gestión electrónica que comenzó a utilizarse en Bélgica (3.7 lo llaman).

También decíamos que Hasegawa había afirmado después de Italia que tenían localizada la debilidad de los turbos que causaron problemas en Spa (coche de Alonso) y Monza (vehículo de Vandoorne), y que era de esperar que para Singapur se elevara el rango de entrega de potencia, y aquí cabe recordar los 50 caballos «pero fiables» de Tadeo.

Estábamos en ello, en conseguir potencia fiable, y lo cierto es que suena esperanzador no haber sufrido problemas reseñables durante todo el fin de semana, haber hecho cuarto y quinto en los terceros entrenamientos libres, meter los dos monoplazas en Q3 el sábado, durante la clasificación, protagonizar una salida como la que realizó Alonso el domingo y terminar en séptima posición con Stoffel a los mandos del MCL32 número 2, y ello a pesar del penoso tratamiento de McLaren con su piloto belga en boxes.

Singapur era terreno McLaren-Honda como si no fuese terreno Red Bull o mismamente Ferrari. No cuela. Para obtener un atisbo de resultado buenorro —que pudo ser mejor de no estropearse la primera vuelta del vehículo número 14, gracias a Max y Kimi y una carambola del destino—, el conjunto MCL32 estuvo muy por encima de ser sólo chasis.

Tenemos por delante Malasia y Japón siete días después.

La optimización electrónica sigue su curso y es más que posible que en Sepang disfrutemos de toda la entrega de potencia que se ha ido incorporando progresivamente desde Spa-Francorchamps a esta parte. También puede haber problemas, pero intuyo que a la altura de la película que estamos, en todo caso serán menores. Quedan seis carreras y también es posible que Honda no esté por la labor de abandonar McLaren con mal sabor de boca. En fin, la cosa sigue pareciéndome prometedora.

Os leo.