Falta un gato

Sé que todo el mundo se hace la misma pregunta y entiendo que nadie haya sabido plasmarla, debido, fundamentalmente, a que en el pifostio que tenemos montado en estos momentos alrededor de Woking existen varios problemas que se solapan hasta el punto de parecer uno. 

Así que vayamos por partes, que decía aquél, más que nada por si alguno de los abundantes gurúes que me leen pero no lo admiten, afina la puntería y ayuda a disipar las dudas que tiene el personal en vez de aumentar el ruido ambiente, que esto empieza a parecer un after a las tantas de la madrugada.

Primer problema.- Twitter no va como un cronómetro suizo, esto es una leyenda urbana. Lamento amargaros el desayuno pero hay que decirlo, la red del pajarito falla más que una escopeta de feria y hay momentos en que su algoritmo ejecuta unfollows porque le sale de los santísimos y sin contar con el propietario de la cuenta, lo que supone un bonito marrón porque quedas como el culo en el caso (improbable) de que alguien te pida explicaciones y sólo puedas decir no he sido yo...

Ernesto se choteaba con este asunto hasta que comencé a pasarle enlaces a otros usuarios que se quejaban de que Twitter les hacía cosas raras, como dejar de seguir a amigos, colegas, cuñados y ex amantes. A partir de ese instante, no discutimos quién se come los ositos galleta que nos dan con el café en el Ligth House de Gorliz...

Ahora en serio. Que Fernando haya dejado de seguir en Twitter a Honda, o no, es absolutamente irrelevante porque carece de entidad como prueba.

Segundo problema.- Alonso afirmó antes del Gran Premio de Italia que era falso todo lo que se había escrito y dicho sobre su implicación en el tema del posible cambio de propulsores. McLaren es la que está en ese ajo, él necesita hechos porque está cansado de palabras y buenos propósitos. Su futuro inmediato, por tanto, depende de que le convenzan las expectativas para 2018, no de que le den chuches o le traigan éste o este otro motor. Quiere ganar, punto pelota.

Tercer problema.- Honda tenía todas la papeletas para irse por donde vino si no contaba la temporada que viene con un equipo cliente que ayude a acelerar los progresos, y esto supone, ni más ni menos, que debe existir también un equipo preferente para que la ecuación salga lustrosa, y desde luego, que esta relación esté sujeta a objetivos a partir de ahora.

Aquí entran la FIA, Liberty y Renault, ya que gracias a Ferrari, cerrado el paso en Sauber a la japonesa sólo quedaba Toro Rosso, y para colocar a la nipona allí, hacía falta mover bastantes sillas.

La de Faenza está siendo suministrada en la actualidad por la francesa y de suyo, podemos colegir que con el esfuerzo mancomunado en las negociaciones se ha llegado a un acuerdo (eso dicen), que en el momento de escribir estas líneas ha convertido a la filial de Red Bull en campamento Honda para 2018.

¿Por qué Carlos Sáinz se pasa entonces a Enstone? Porque en todo acuerdo precontractual hace falta una garantía. Así, el madrileño hace de pago adelantado para compensar el hipotético caso de que la austriaca decidiera apostar por Honda en 2019, un suponer. Y es que como decía al principio, todos sabemos que hay que preguntar por Milton Keynes aunque no sepamos cómo plantearlo.

A ver, falta un gato. ¿Dónde está Red Bull? ¡que yo lo vea!

Os leo.