Kimi a medianoche

Toto Wolff ha dado un susto de mil demonios a los que creían que en Maranello los dos conductores disfrutaban de idénticas oportunidades, y a los que pensaban que a Kimi se le había pasado el arroz, les ha metido un patadón entre pierna y pierna al afirmar que «está claro que Ferrari se ha centrado en un sólo piloto...»

Sea como fuere, las palabras de Torger a La Gazzetta dello Sport —así le llamaba su madre al austriaco cuando se portaba mal—, abundan en esa geometría supuestamente diabólica por la cual, el jefe de un equipo acusa a otra escuadra de tal o cual cosa y colige ante los medios que esa circunstancia lo avala para tomar decisiones importantes. 

En cristiano, que queda mucho mejor: como Ferrari ha apostado por Vettel, va Wolff y nos insinúa que Mercedes AMG seguramente apostará por Hamilton en plan legítima defensa, aunque de momento se lo van a ir pensando, más que nada, por aquello de mantener el suspense (leer en francés, por favor, suena más inquietante si cabe). Total, que en Nürbu, que ya nos sabíamos lo de Sebastian y también lo de Lewis, para qué coño vamos a engañarnos, la cosa ni nos pilla de nuevas ni adquiere el gradiente dramático que ha alcanzado el asunto de marras en algunos medios.

Lo siento por los ven la vida en frecuencia éste aplasta a éste otro y tal. Que La Scuderia haya puesto todo al número 5 significa, ni más ni menos, que al querubín rubio que conduce el número 7 le ha cortado las plumas de las alas su propio equipo, y en el campo de Brackley, que el aviso a navegantes de Toto suena a que a Valtteri no le quita el sambenito de sobrevalorado ni el hada Primavera.

Pero en fin, resultaba ampliamente conocido que Mercedes AMG y Ferrari serán las encargadas de amenizarnos el campeonato hasta Abu Dhabi y más allá, y por mucho que la retórica tenga su puntito, es razonable y normal que Vettel y Hamilton sean los protagonistas de lo que nos queda por delante, razón por la cual, como tifoso me duelo y hasta se me escapa una lagrimita rossa, ya que en el campo, la entente anglo-germana juega infinitamente mejor que la italiana.

Sería bobo negarlo. Ferrari ha dado por perdido el Mundial de Marcas y aspira al de Pilotos como quien no se lo piensa dos veces en una caída ante un clavo ardiendo. No, no veo factible que a Kimi lo llame Maurizio para jugar en modo libre, por exigencias del guión hay que proteger a Sebastian ya que es lo único que nos queda, y rezando. Y ahí, Iceman es imprescindible aunque seamos muy pocos los que valoremos su auténtico trabajo. 

Brackley tiene la fiabilidad de su parte y una dupla de pilotos que lo mismo vale para un roto que para un descosido [Luces y sombras]. Todos sabemos a qué se va a ver obligado Toto. Hamilton es la única respuesta posible, pero mientras Valtteri aspira al subcampeonato, a Kimi, a lo sumo, le queda dar tres o cuatro lecciones de oficio.

Confío en él. El de Espoo sigue siendo canela en rama. Pero, sinceramente, no las tengo todas conmigo. Habría bastado que a comienzos de campaña Ferrari hubiese pensado un poquito más en él [Rescatando a Kimi], pero la historia la escribe la pluma de los generales más que la de los peones de brega que se juegan el tipo en el campo de batalla. A Ferrari le hace falta un milagro y quiero dejar escrito a mitad de agosto su nombre y apellidos: Kimi Raikkonen.

De él dependemos más que de Sebastian en la de Maranello. El resto, la verdad, quien más claro lo tiene es Torger Wolff y a él os remito, que obispos tiene la cosa y no es cuestión de llevarles la contraria en público.

Os leo.