El subcampeonato como premio

Reconozco que tiene su cosita la idea de que Valtteri Bottas haya podido ser contratado por Brackley para disputar el liderazgo a Lewis Hamilton. Es absolutamente normal que una escudería como Mercedes AMG se la juegue con un tricampeón del mundo poniéndole otro gallito en el corral. Sí...

Acepto que la maniobra de Hungría puede dar origen a diferentes lecturas. El británico devolvía posición al finlandés prácticamente sobre la línea de meta y, la verdad, la cosa pilló a todo el mundo con el pie cambiado porque Lewis nunca se había portado así de galante, porque el de Tewin cedía más ventaja a Sebastian Vettel, y, por qué no decirlo, porque el equipo Mercedes AMG parecía Toro Rosso o Sauber, cualquier cosa menos la escudería que lidera la tabla de constructores y pretende triunfar por cuarta vez consecutiva en la de pilotos.

Escribí sobre el gesto de marras [A lo campeón], y antes de esa entrada, amén de aburriros enalteciendo el nuevo formato de estrategia visto en la anglo-germana a partir de Canadá, escribí otra a mediados del mes pasado [Luces y sombras], con lo que creo honestamente que mi posición está lo suficiente clara como para no desperdiciar más tinta explicándola.

Mercedes AMG tiene un piloto número 1 y se llama Lewis Hamilton, y su escudero responde al nombre de Valtteri Bottas. A partir de aquí sí que podemos ponernos a echar cuentas.

Como escudería, a Brackley le daba lo mismo en Hungría que Bottas quedara delante de Hamilton que este último viera la bandera a cuadros antes que su compañero. La suma de puntos conseguidos iba a ser la misma de todas formas, y la distancia con Ferrari se iba a ver igualmente reducida en el Campeonato de Constructores, de manera que la reacción de Lewis debería ser analizada (cómo me rasca esta palabra, ¡leñe!) exclusivamente desde la perspectiva del Mundial de Pilotos. 

Aquí entra Valttery de lleno, y más si tenemos en cuenta que nadie conoce mejor las posibilidades del de Nastola que Hamilton, su compiyogui en la de tres puntas.

Así las cosas, como he comentado en redes la semana pasada, más que una operación por presentar dos alternativas a Vettel para que Ferrari caiga en la misma trampa de Abu Dhabi 2010 (sic), entiendo que Bottas está ejerciendo de método de presión sobre Raikkonen por un lado, descolgándolo del líder de su equipo, en una palabra, y llevando a Vettel a que viaje solo en su lucha por el título y a que en determinado momento, pueda incluso a a comenzar a pensar en salvar el subcampeonato.

A tontas y a bobas, Valtteri ha pasado de aventajar a Kimi por 20 puntos en Montreal a distanciarse por 53 a la salida de Hungaroring, en cuatro carreras, concretamente. En el mismo intervalo de tiempo, su distancia con Sebastian se ha reducido de 48 a 33...

Parece una chorrada, que a lo mejor lo es, pero me da a la nariz que para los propósitos de Mercedes AMG en Hungría resultaba más interesante que Bottas no perdiese el tren de los de Maranello a cambio de que Hamilton aflojase un poco sus mandíbulas con respecto a Vettel.

Para bien o para mal, tenemos por delante una serie de carreras que sobre el papel son más afines al proyecto W08 que al SF70-H. En este sentido, y dando por descontado que con el gesto en tierras magiares Lewis ganaba en comodidad para lo que queda de pelea, dos dobletes consecutivos meterían a La Scudería en serios problemas. Hamilton necesita distanciarse del de Heppenheim y para eso precisa que Bottas le cubra bien las espaldas, y para el finlandés, seguir la estela de su compañero puede suponerle el subcampeonato.

Cuarto Título Mundial consecutivo de Marcas para anglo-alemana en 2017. Cuarto año consecutivo de dominio absoluto de Mercedes-Benz. Cuarto Título Mundial consecutivo de Pilotos para Brackley, y también, cuarto doblete consecutivo...

No sé vosotros, pero yo veo cierta lógica en todo esto.

Os leo.