Ya extrañó en su día lo raruno que resultaba que Honda apostase por trabajar con Sauber en 2018, mientras en las filas de la suiza parecía que continuaba un zagal de la competencia.
La presencia de Pascal no tendría mayor importancia si no fuese porque Mercedes AMG se puso muy tontorrona, pero mucho, mucho, con aquello de que McLaren pudiese filtrar información a la japonesa durante 2014 y que por eso... bueno, hasta la prensa británica dio por buena la reserva de la anglo-alemana e hizo que miraba para otro lado con tal de no defender a Woking.
El tiempo pasa y mira tú por dónde, a los british no les quita nadie de la cabeza la preocupación por el futuro de una escudería que dicen ahora que no merece estar donde está, pero que entonces, dejaron que pisaran los caballos cuando corrían para ella Jenson Button y Kevin Magnussen, y aún al año siguiente, cuando para paliar tanta ventaja como decían que traía por llegar con un año de retraso, incluso justificaron que a Honda se le aplicase la normativa técnica de segunda temporada con rebaja de tokens y sacramentos...
Cómo cambia todo. Nos quejamos del Marca y del AS, pero desde britishlandia consintieron que a la nipona la rompiesen las piernas y ahora poco menos que la llaman desgraciada...
Pero esto no va de Honda, caray. Va de que nos aseguraron que Sauber había trabado negocio con la del sol naciente para 2018 y ahora resulta que nos engañaron porque la de Sakura nunca estuvo allí. Que con razón notábamos algo raro, que Pascal pudo ser el escollo insalvable; que, desgraciadamente, podemos ponernos a dudar sobre lo que ha pasado realmente entre Monisha Katelborn y Tetra Laval, entre otras muchas cosas, porque creer es ahora más difícil que nunca.
«Solía pensar que la peor cosa en la vida era terminar solo. No lo es. Lo peor de la vida es terminar con alguien que te hace sentir solo», que decía la señora Doubtfire.
Los expertos nos han vuelto a endosar un roto en el casco. Nada que no arreglen la bomba de achique y unos trapos empapados de brea, mientras el carpintero resuelve media docena de tracas nuevas y encontramos playa.
Os leo.
El tiempo pasa y mira tú por dónde, a los british no les quita nadie de la cabeza la preocupación por el futuro de una escudería que dicen ahora que no merece estar donde está, pero que entonces, dejaron que pisaran los caballos cuando corrían para ella Jenson Button y Kevin Magnussen, y aún al año siguiente, cuando para paliar tanta ventaja como decían que traía por llegar con un año de retraso, incluso justificaron que a Honda se le aplicase la normativa técnica de segunda temporada con rebaja de tokens y sacramentos...
Cómo cambia todo. Nos quejamos del Marca y del AS, pero desde britishlandia consintieron que a la nipona la rompiesen las piernas y ahora poco menos que la llaman desgraciada...
Pero esto no va de Honda, caray. Va de que nos aseguraron que Sauber había trabado negocio con la del sol naciente para 2018 y ahora resulta que nos engañaron porque la de Sakura nunca estuvo allí. Que con razón notábamos algo raro, que Pascal pudo ser el escollo insalvable; que, desgraciadamente, podemos ponernos a dudar sobre lo que ha pasado realmente entre Monisha Katelborn y Tetra Laval, entre otras muchas cosas, porque creer es ahora más difícil que nunca.
«Solía pensar que la peor cosa en la vida era terminar solo. No lo es. Lo peor de la vida es terminar con alguien que te hace sentir solo», que decía la señora Doubtfire.
Los expertos nos han vuelto a endosar un roto en el casco. Nada que no arreglen la bomba de achique y unos trapos empapados de brea, mientras el carpintero resuelve media docena de tracas nuevas y encontramos playa.
Os leo.
Un director técnico nuevo ex de Renault y un piloto Mercedes. Que podia salir mal?? TODO. Me inclino más a pensar que van a llevar motores franceses.
ResponderEliminarRespecto a lo de Honda y su primer año, creo que ahí se jodió el invento, y más extraño es lo calladitos que estuvieron todos Mclaren la primera. Aquí en mi tierra tenemos un dicho: Els collons per a les ocasions.