Siempre que hago un repaso del que estoy haciendo ahora mismo, tarde o temprano me encuentro con alguna escudería sobre la no sé qué decir que sea productivo. Por norma general la candidata suele ser Force India, equipo que por hache o por be siempre esconde sus cartas y nunca hay por dónde agarrarla, pero este año el hueco lo ocupa Williams y creo que por razones más que obvias.
Que me aspen si es de recibo celebrar un cuadragésimo aniversario en la que se dice máxima disciplina del motorsport, con una pareja de pilotos que podría protagonizar una película de Billy Wilder.
¿Dónde está el FW40 después de diez carreras...?
Esta es sin duda la pregunta del millón, y no porque no intuyamos las enormes posibilidades que tenía el cacharro de Grove a comienzos de temporada, ni siquiera porque resulte complicado imaginar todo lo que se ha dejado en el camino —escrito y no escrito— con mi Felipe y Lance al volante. Es difícil de contestar, complicadísimo, porque no creo que exista gurú o especialista que sepa discriminar qué es coche y qué son manos en esta aventura, si Williams va hacia delante o para atrás, en definitiva.
La británica lo mismo ha firmado carreras para tirar a la basura que ha festejado un podio en Bakú, y asumiendo que la cosa estaba complicadilla el año pasado, que el dinero de don Lawrence bien valía el experimento de sentar a Stroll en uno de los dos asientos oficiales, incluso que la salida de Bottas con dirección a Mercedes AMG y la insistencia de Martini obraron el milagro de que Massa abandonara su retiro para volver a ceñirse sus gayumbos de la suerte, la historia ésta tiene mucho de puré de garbanzos, que no sabes hasta que limpias el plato si contenía tropiezos o no.
Quiero mucho a mi Felipe y estoy cogiendo cariño a Lance, lo que no me impide sentir un escalofrío mientras escribo estas líneas. ¿Y si lo de los 40 años en F1 ha sido un bulo?, ¿y si Paddy Lowe venía de vacaciones y Pat Symonds se largó porque sabía lo que había...? ¿Y si el FW40 nunca ha dejado de ser un render...?
De momento, Williams está aguantado hasta el estreno de la película sobre la escudería y ha rebañado 41 puntos, que ya es decir, luego: Dios dirá, que a lo peor descubrimos que Grove no existe y todo ha sido un experimento de cámara oculta.
En fin. Os leo.
Yo creo que han dejado de evolucionar y preocuparse del coche de este año. Han contratado a grandes ingenieros (son los que más se han reforzado) y creo que han ouesto todos los recursos posibles en el coche del 2018 empezando casi de cero
ResponderEliminarMarta
Con esos 2 pilotos que tiene demasiado bien va y eso que tienen el 4º coche de la parrilla...
ResponderEliminar