miércoles, 26 de julio de 2017

2007, balada triste [VII]


Las tramas de ficción son buenas o malas. Si apuestan por lo primero resultan obligadamente creíbles, si no pueden aspirar a otra cosa que a lo segundo, pues eso...

Los que aseguran que el tramo final de 2007 consistió en que McLaren cedió el campeonato a Ferrari para contentar a la FIA, purgando así los pecados del spygate, se equivocan de tempo. La sentencia que excluye a Woking del Mundial de Constructores es del día 13 de septiembre y quedan entonces cuatro carreras por disputar, espacio más que suficiente para preparar la supuesta operación de vasallaje absoluto sin tener que recurrir a dar el cante en la última cita, Brasil.

Le entrega del Mundial de Marcas a Maranello es un hecho desde la propia emisión de la sentencia y no cabe dar demasiadas vueltas al asunto. Dejar que Hamilton y Alonso puedan puntuar para el de conductores, aunque sus puntos no cuenten para el de equipos, supone de facto quitar toda posibilidad de que BMW Sauber dispute tan goloso terreno a la italiana, cosa que entiende perfectamente la de Hinwil, que ni se molesta en intentarlo.

En el de pilotos la cosa resultaba aún más sencilla si cabe, de ser cierto que ése era el objetivo...

Kimi y Felipe llegan a Fuji después de haber firmado un sonoro doblete en Spa-Francorchamps. Como contábamos en la entrega anterior, Fernando sufre un aparatoso accidente en tierras japonesas, lo que siguiendo el relato de los revisionistas supone una pieza más de su enrevesado puzle, pero el caso es que Lewis no abandona ni flaquea ni finge tener problemas con los botones de su volante, muy al contrario: vence de manera incontestable como si el campeonato fuese una prioridad para él y su escudería...

Quedan dos escenarios: Shanghai e Interlagos, y lo cierto es que en China hay numerosas evidencias que delatan que Woking pretende todavía proclamar a Lewis Hamilton como Campeón del Mundo.

A falta de que Fernando Alonso nos diga algún día lo que pasó realmente durante aquellas fechas, me consta que el de Oviedo ya tiene perfilado entonces su futuro lejos de la británica. Ferrari en 2010, Renault mientras tanto...

Dennis insiste todavía en que al asturiano es hombre de la casa, pero a ver, qué puede hacer Ron sino jugar las pocas cartas de póquer que le quedan, y a farol, además [La hora más triste de McLaren].

Pero volvamos al trazado de Shanghai en fecha tal que 7 de octubre.

Llovizna, Kimi y Hamilton mantienen un rifirrafe a  mitad de carrera que gana el finlandés de Maranello porque Lewis lleva los neumáticos de su coche en las lonas. El británico entra a garajes a cambiarlos, pero yerra el tiro y acaba varando el vehículo en la puzolana previa, momento para la historia en el cual Gonzalo Serrano lanza a través del micrófono su gigantesco grito de guerra vertido como regalo para la posteridad: ¡Sanganchao, sanganchao...!

Pero Hamilton, lejos de parar su monoplaza, bajarse de él y dar así la victoria a Ferrari sin oponer resistencia, lo acelera enterrándolo en la gravilla mientras solicita ayuda a los comisarios para que lo saquen de allí, cosa que hacen dócilmente aunque la normativa lo prohibe. Un minuto largo dura la lucha del de Tewin ante la adversidad que le ha hecho perder en China lo que ganó en Japón gracias al abandono de Alonso. Demasiado esfuerzo, a todas luces, para un piloto que cometerá errores de párvulo tanto en China como en Interlagos porque conviene al equipo y sirve al guión pactado entre el patrón de Woking y la FIA...

Seamos un poquito serios con esto, por favor. McLaren la caga. Sus huevos van en la cesta equivocada, cosa que se encargará de certificar el propio Ron Dennis cuando terminado el fregado, se le escapa ante los micrófonos: «Peleábamos contra Alonso y nos valía que Kimi ganara y Lewis fuese segundo...»

Oh, wait...! 

Oh, wait! repito... David Coulthard argumentó posteriormente que Ron era mucho de desairar a un piloto frente a su compañero, y compraría la idea del calentón con lapsus incluido, lo juro, si no fuera porque Frank Worral ya tenía listo su libro sobre Lewis como Campeón del Mundo, y porque Lisa Dennis y la novieta de Hamilton habían preparado, precisamente en China, una fiesta con globos y champán francés para celebrar la coronación del británico.

Ahí había algo más que un desaire, por Dios... Claro que bastaba que el de Tewin terminara segundo y resulta obvio que McLaren luchaba en Shanghai no contra Kimi sino contra Fernando, pero una vez más, el asturiano no se había dejado, lo que le llevará a pedir amparo a la FIA por evitar quién sabe qué sustos en Brasil.

Os leo.


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5 comentarios:

  1. Gran artículo como siempre . Yo tampoco compro la trama de McLaren obedeciendo a la FIA para que ganase un piloto de Ferrari ......demasiado complicada .Además si Hamilton tuviese orden de abandonar en China , lo hubiese hecho aduciendo alguna avería del motor o algo así , lo de la pucelana es demasiado para el orgullo de un piloto .
    Por otro lado , queda claro que Fernando debería como mínimo tener cinco mundiales . Éste de 2007 , el de Abu Dhabi 2010 y el del "atraco" de la banderas en Brasil 2012....

    Saludos

    Fleichié

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  2. Mi querido José, este tema ya cansa. A otra cosa mariposa.......

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  3. A mi no me cansa, me gusta recordar de donde venimos. Hay una generación de aficionados que creen que Fernando Alonso es ese piloto que siempre busca excusas cuando no salen los resultados. Esta bien recordarles de donde venimos.

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  4. Querido Victor: la libertad del lector está en el decidir o no si leer un artículo. No en imponer al resto los temas que uno quiera (o no) leer.

    Tema interesantisimo el del 2007 que sospecho y supongo seguirá dando para articulos y libros (y puede que alguna pelicula) en ańos venideros.

    Gracias Don Josete

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