Decía Concha que quien nace barrigón de más está que lo fajen, y estaría de acuerdo si no fuese porque desde que he aceptado que cumplo condena en Reading empiezo a gastarme unas maneras de héroe crepuscular que no veas.
Anoche mismo, en pleno intento por conversar en Twitter sobre la doble configuración del fondo plano en los coches de este año, sucede que llega un gilipollas y me llama «cuñao alonsero» y voy yo y ni siquiera le rompo las piernas...
La verdad, cada vez me cuesta más discutir. En nada me pongo en 58 años y debe ser eso, que la vida a estas alturas de la película me está pagando por los servicios prestados con una paz de espíritu que sólo gozan los lobos otoñales cuando recorren al trote los límites de su territorio: atentos a lo que sucede alrededor, dispuestos a defender la manada de cualquier intruso, pero cautos ante la posibilidad de entablar batallas que a la postre, nunca sirven de nada.
No me enredo, que me conozco. Alex Wurz ha charlado recientemente con Cristóbal Rosaleny [Todo se basa en el alerón delantero...], y como indica el título del artículo/entrevista, el piloto austriaco culpa al bendito cachivache del actual estado de cosas en la Fórmula 1, entre otras circunstancias.
En realidad el chisme del carajo no tiene culpa de nada. El alerón sólo es el más claro exponente de esa filosofía que también menciona Wurz: los fuertes imponen sus reglas sin contar con los pequeños.
Total, que en 2009 se pretendía devolver el espectáculo a nuestro deporte facilitando los adelantamientos, y aquí estamos ocho años después, atrapados en un callejón en el que nos están dando por todos lados y del que únicamente será posible salir cuando caduque el actual marco técnico, allá como en 2020.
¿Sería razonable que la aerodinámica comenzase a partir de las ruedas anteriores? Sí, lo suscribo. En IndyCar sucede, en Resistencia también, ¿por qué no iba a funcionar en Fórmula 1?
El alerón delantero es hoy por hoy un caro ejercicio de pedantería que nos está llevando al foso. Está bien para que los pedantes saquen pecho olvidando que los niños también necesitan alimentarse de prosa y poesía. Pero a ver cómo le explicas esto a alguien que jamás fue niño y nació con el ceño fruncido.
«Ya todo está en su sitio,
ya todo en su lugar.
Los niños en la escuela
y los patos a volar.»
ya todo en su lugar.
Los niños en la escuela
y los patos a volar.»
Os leo.
Muchas gracias Jose por la aclaración y opinión.
ResponderEliminarNos vendieron la "moto" con la congelación de los motores para reducir costes y resulta que la evolución aerodinamica a lo largo de la temporada ha supuesto otro agujero en el casco... Y el barco hundiendose. Siempre he pensado que a principio de temporada deberían homologar 4 o 5 configuraciones para el resto del año... Y a correr!!
Enrique, tienes más información aquí
ResponderEliminarhttps://elinfiernoverde.blogspot.com.es/2017/03/stall.html#more
Y en general, en la etiqueta «Diseño» ;)
Un abrazote
Jose