viernes, 12 de mayo de 2017

La bala naranja


Si en Barcelona Mercedes AMG ha dado la sensación de haber avanzado un pasito y Red Bull también, mientras que Ferrari parece que está siendo pillada por la austriaca, a lo mejor todo se reduce a que Brackley y Milton Keynes están donde estaban y es a Maranello a la que no le están saliendo las cosas en Montmeló.

Sea como fuere, hasta el próximo domingo no saldremos de dudas. Cuando termine la carrera sí, entonces podremos hacer una valoración de cómo de bueno, o de malo, ha salido este comienzo de la fase seria del campeonato.

No es que la anterior no cuente o haya ido de broma, no la liemos, es sencillamente que como hemos venido diciendo en este blog desde Melbourne, con esto de la nueva normativa, que hay motoristas abonados a lo conocido y otros que han apostado por el riesgo, y que incluso Pirelli sigue sondeando su producto, la pretemporada se nos está viniendo muy lejos, lo que nos pone en que en sentido estricto, el Gran Premio de España 2017 viene a ser como el 31 de diciembre de todos los años: el momento en que nominalmente se acaban los malos rollos y todo son promesas y más promesas de felicidad para el 1 de enero...

Red Bull no va todo lo bien que se prometía. El Tag Heuer (Renault) que montan los RB13 no estará totalmente listo hasta Canadá, al menos eso dicen los mismos que habían puesto sus esperanzas en estar en orden de combate para España, precisamente.

Haceros cuenta, el esfuerzo de tres equipos y seis coches: dos de la bebida energética, dos de Toro Rosso y dos de Renault oficial, incapaz de cumplir los pronósticos a tiempo, dilatando la espera hasta dentro de dos pruebas que podrían ser tres si algo no sale como estaba previsto.

Quiero decir con todo esto, que si no estuviera por ahí McLaren-Honda para copar todos los focos y los titulares, a lo peor la de Milton Keynes no podía ocultarse a la evidencia de que se le ha atragantado un reglamento que muchos afirmaban hace unos meses que había sido elaborado para beneficiarla.

Desconozco si tardaremos mucho o poco en escuchar por boca de alguien de Red Bull que esto de la etapa híbrida es una puta mierda, lo que sí sé es que como decía Martin Brundle hace nada, Max, La bala naranja, debe prepararse para firmar una temporada en la que posiblemente no vuelva a ganar como hiciera en el Gran Premio de España 2016. Las cosas se han puesto demasiado caras, incluso para él, y quien dice que a Maranello no le están saliendo las cuentas en Montmeló, también dice que la austriaca, en su tercera posición, sigue perdiendo un tiempo precioso mientras una de las figuras más atractivas de la actual parrilla se amustia conduciendo uno de sus coches.

¿En 2018 todo irá mejor? Eso, amigos y amigas mías, todavía está por ver.

Os leo.

3 comentarios:

  1. Diría que Ferrari está muy fuerte y que van a jugar el papel de tapados que con anterioridad correspondía a Red Bull y, luego, Mercedes.

    Creo que Renault está haciendo un excelente trabajo, ojo a Red Bull y al equipo de fábrica la segunda parte de la temporada.

    Y puestos a jugar con la bola de cristal, no hay dos sin tres y el Nano volverá a pilotar para el equipo del rombo.

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  2. Siempre se asocia a Alonso con Renault, pero creo que ese equipo es una gran opción para Sainz, y sería ideal que regalase ahí cuanto antes si no se libera un asiento en Red Bull (que no tiene pinta)

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