miércoles, 1 de febrero de 2017

Susanita tiene un motor [01]


Con la finura vaticana que le ha caracterizado siempre, Luca Cordero di Montezemolo ha señalado a Mercedes-Benz, pero, como de costumbre, apenas se ha notado. 

Nos cuenta  el de Bolonia en la prensa, que Lauda (Niki) le había comentado que la de Stuttgart llevaba trabajando en su unidad híbrida desde 2007, y el italiano saca como conclusión que por ello se mostraron tan inflexibles en las negociaciones en el Grupo de Trabajo durante la definición de la Fórmula 1 que hemos disfrutado de 2014 a esta parte.

No hay que ser ni siquiera de ciencias para colegir inmediatamente que aquí hay tema, que diría Enrique Pastor. La de tres puntas vuelve con escudería propia a la máxima categoría en 2010 tras su abandono en 1955, lo que nos pone en que lo hace tres años después de tener claro qué va a obtener y qué camino quiere seguir. A partir de ahí, todo son coincidencias y buen hacer alemán, como nos contaban los ex-pertos.

Stuttgart elige Brackley como sede después del triunfo incontestable de Brawn GP en 2009. Ross Brawn había vuelto a la competición en 2007, curiosamente en 2007, para comprar el tinglado británico de Honda a finales de 2008 por un simbólico dólar, y vendérselo luego a la gente de Dieter Zetsche por unos 100 millones de la misma moneda y un suculento contrato que lo mantenía como CEO de Mercedes AMG.

Recuerdo muy bien aquella etapa. Este blog está repleto de referencias a lo extraño que resultó todo. Un chasis diseñado para el Honda RA109 pasaba, de la noche a la mañana, a montar un motor Mercedes-Benz FO 108W y coronarse con él Campeón del Mundo de pilotos y marcas. Así, sin sobresaltos ni nada, con lo que les costaba a otros cambiar un tornillo de sitio...

Fui de los primeros, si no el primero de todos, en insinuar que aquello era raro de cojones y que Ross debía de haber contado con ayuda de fuera a la hora de definir su asalto al Mundial en modo one shot. El de Ashton-under-Lyne es un tipo inteligente, pero su perfil de hombre astuto no encajaba con lo que nos contó la prensa.

Honda anunciaba su retirada en diciembre de 2008 [dentro enlace] y se sabe en marzo siguiente que Brawn comienza a negociar la adquisición a finales de ese mismo mes. Por muchas vueltas que le demos no había tiempo material para un milagro de las características del que se dio; que, por cierto, nos fue vendido como un sketch de Faemino y Cansado:

—¡Oh, ssielosss. Tengo un coche listo pero Honda se retira! ¿Qué hago ahora?

—¡Sigue, Ross, sigue. Tú puedes hacerlo!

—¿Y qué motor pongo...?

—¿Te viene bien un Ferrari...?

—No, quita, ¡qué pereza! ¡Me fui de allí en 2006 y a lo peor me lo pasan tangado!

—¿Y un Mercedes-Benz que nos presta Norbert Haug...?

—Pues mira, con ése ya me apaño...

Continuará...

Os leo.

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