Valtteri forma parte de ese nutrido grupo de pilotos sobrevalorados que andan por la parrilla como si fuesen una especie inusual de comodines.
Obviamente, ya está siendo aplastado por Lewis Hamilton sin que la temporada haya comenzado. Aunque por suerte, estamos a punto de ver con nuestros propios ojos quién se equivoca en esta historia, ya que Bottas va a disponer este año de una buena montura por primera vez en su carrera profesional.
Es importante este dato, porque si ya resulta penoso leer o escuchar este tipo de valoraciones aprioristas viniendo de los que consideran la Fórmula 1 como una disciplina en la que se tasa la importancia del conductor en un 1%, el asunto se convierte en indigerible cuando olvidan en qué ha consistido el 99 restante desde que el finlandés se incorporó a la parrilla en 2013 tras sustituir a Bruno Senna con tres campañas a sus espaldas haciendo de piloto probador para Grove.
La respuesta es sencilla. Os refresco la memoria: Williams se llama esa parte de la historia que nadie parece querer recordar ahora. Una Williams que se arrastraba por los circuitos en 2013, en la que, así y todo, el protagonista de esta entrada supo colocar aquel hierro de FW35 en tercera posición en la lluviosa calificación de Canadá —justito por detrás de dos flechas como Sebastian Vettel y Lewis Hamilton—, para llevarlo a la octava plaza final en el COTA.
Superó a Pastor Maldonado, y en 2014 se impuso a Felipe Massa con mejor herramienta, como volvió a suceder en 2015 y 2016, aunque en el caso de la temporada pasada, cabe recordar que Pat Symonds nos avisaba en mayo que Williams dejaba de implicarse en el FW38 para centrarse en el coche de estsesión... Puestos a recordar, recordemos también que Grove, desde 2014, es la franquicia más querida de Brackley, pero franquicia al fin.
Yo diría que aún no hemos visto al mejor Bottas, y que contando con que el W08 de Mercedes AMG resulte sólo un poquito mejor que la saga FW36 a 38 de la de Grove, más de uno podría llevarse una bonita sorpresa con el compacto chicarrón de Nastola.
Dicho lo cual. Admitiendo que siete años en la alta competición sin haber logrado destacar pueden desgastar a cualquiera, hasta el punto de impedir contentar a los que tienen el gatillo fácil y disparan la palabra «sobrevalorado» a la mínima, aunque sea con arco, me gustaría contestarles tirando de refranero: «Más vale tarde que nunca.»
Os leo.
Obviamente, ya está siendo aplastado por Lewis Hamilton sin que la temporada haya comenzado. Aunque por suerte, estamos a punto de ver con nuestros propios ojos quién se equivoca en esta historia, ya que Bottas va a disponer este año de una buena montura por primera vez en su carrera profesional.
Es importante este dato, porque si ya resulta penoso leer o escuchar este tipo de valoraciones aprioristas viniendo de los que consideran la Fórmula 1 como una disciplina en la que se tasa la importancia del conductor en un 1%, el asunto se convierte en indigerible cuando olvidan en qué ha consistido el 99 restante desde que el finlandés se incorporó a la parrilla en 2013 tras sustituir a Bruno Senna con tres campañas a sus espaldas haciendo de piloto probador para Grove.
La respuesta es sencilla. Os refresco la memoria: Williams se llama esa parte de la historia que nadie parece querer recordar ahora. Una Williams que se arrastraba por los circuitos en 2013, en la que, así y todo, el protagonista de esta entrada supo colocar aquel hierro de FW35 en tercera posición en la lluviosa calificación de Canadá —justito por detrás de dos flechas como Sebastian Vettel y Lewis Hamilton—, para llevarlo a la octava plaza final en el COTA.
Superó a Pastor Maldonado, y en 2014 se impuso a Felipe Massa con mejor herramienta, como volvió a suceder en 2015 y 2016, aunque en el caso de la temporada pasada, cabe recordar que Pat Symonds nos avisaba en mayo que Williams dejaba de implicarse en el FW38 para centrarse en el coche de estsesión... Puestos a recordar, recordemos también que Grove, desde 2014, es la franquicia más querida de Brackley, pero franquicia al fin.
Yo diría que aún no hemos visto al mejor Bottas, y que contando con que el W08 de Mercedes AMG resulte sólo un poquito mejor que la saga FW36 a 38 de la de Grove, más de uno podría llevarse una bonita sorpresa con el compacto chicarrón de Nastola.
Dicho lo cual. Admitiendo que siete años en la alta competición sin haber logrado destacar pueden desgastar a cualquiera, hasta el punto de impedir contentar a los que tienen el gatillo fácil y disparan la palabra «sobrevalorado» a la mínima, aunque sea con arco, me gustaría contestarles tirando de refranero: «Más vale tarde que nunca.»
Os leo.
Para empezar y al igual que Vettel, ricciardo o rosberg,desde bien temprano en categorías inferiores,Bottas se distinguía por su velocidad a una vuelta. Esto lo contó Merhi si mal no recuerdo que coincidió con él y alguno más . Así que como Nico, puede darle mucha guerra a Lewis en clasificación,donde pese a llevar el carro mas rápido suele fallar bajo presión si su compi también es un tiro a una vuelta.A partir de ahí es el peor enemigo de Lewis, porque si sale delante de él, no se pone nervioso y pocas veces lo verás fallar.Es más constante que Hamilton aunque le falta su ataque y determinacion, incluso bastante menos que Nico. Creo que Lewis se la jugará en qualy y no se quien de los dos ganará ahí, tengo mis dudas.Ham es rapido aunque creo que Bottas,sin ser el tipo más rápido a un intento,tiene un nivel parecido solo que con menos errores. Ahí estará la clave si el coche es el mejor, si no, Lewis se impondra. Eso sí, T
ResponderEliminartampoco le valdrán las guerras psicológicas y demás mierdas al temeroso Lewis.
Vale vale, pero quien ha heredado los mecánicos buenos que pasaron al box de Nico?.
ResponderEliminar:D
Y qué ha sido de sus problemas de espalda? Esperemos no vuelva a lesionarse.
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