Aguantando el tipo

Si limpiamos de ruido la película de hoy, nos queda un Nico Rosberg que ha sabido aguantar el tipo a la espera de la siguiente oportunidad. Ha cedido el liderazgo en la tabla de pilotos a su compañero, en una arrancada infame que no le ha permitido abordar la curva número 1 en primera posición a pesar de salir desde la pole, pero ya sabemos todos, o deberíamos saberlo, que con los embrages de Brackley no se juega.

En sentido estricto, Hamilton tampoco ha salido bien por el mismo motivo. Los que sí lo han hecho han sido los dos cohetes de Milton Keynes, quienes no han sacado mayor provecho de una de las pocas debilidades de Mercedes AMG, precisamente porque el hijo de Keke ha conseguido revertir la complicada situación y se ha consolidado en la segunda posición a base de eso que les pedimos constantemente a los pilotos. El resto: Hungaroring en vivo y en directo...

A ver, que el circuito magiar es como es y no permite demasiadas aventuras por mucho que las soliciten Josep Lluis Merlos o  Joan Villadelprat desde la comodidad del estudio de MovistarF1 en Madrid.

Los adelantamientos en Hungría son escasos porque la pista no da más que para hacer trenecitos o para que Palmer le robe la cartera a Hulkenberg en plena parada en boxes. Así que con Lewis en primera posición, a Nico sólo le quedaba defender la segunda plaza con uñas y dientes, porque hay unos contratos que cumplir, porque es un caballero, y porque la anglo-alemana definió meridianamente cuáles eran los cometidos de su estrellas a partir del incidente habido en Spielberg.

Obviamente, si Hamilton no hubiese arruinado la carrera del de Wiesbaden en Montmeló y se hubiese comportado en Red Bull Ring como ha hecho hoy su compadre en Hungaroring, es decir: velando porque el equipo sume la mayor cantidad de puntos posibles, Nico seguiría en cabeza de la tabla de conductores. 

Pero la realidad es eso que se impone a nuestros deseos y estamos como estamos, y puesto que el británico sigue abundando en que a su colega lo cazen otros —que yo recuerde, el año pasado hubo al menos dos oportunidades en que Rosberg preguntó por radio cuál era la razón que llevaba a Lewis a ser tan lento—, el chaval de Keke ha sorteado con sobresaliente alto la comprometida situación provocada por su compi de colores: ni se ha dejado superar por Daniel Ricciardo, ni ha perdido de vista al mejor de los compañeros posibles.

Y eliminado el ruido, como decía al inicio, me queda un Gran Premio de Hungría magistralmente gestionado por un individuo que sabe que para ganar guerras es necesario perder algunas batallas. Y es que por mucho que Merlos se haya empeñado durante la retransmisión en que Rosberg debía sentirse triste en el podio, Nico estaba sonriente en el segundo peldaño y peleón en la rueda de prensa.

Os leo.