lunes, 23 de mayo de 2016

No tengo abuela


La situación en Ferrari no es nada halagüeña. Ahora que se ha puesto de moda dudar de las promesas de Honda o maldecir a Renault por no haber reaccionado antes, cabe recordar que Maranello fue la primera que puso rumbo hacia la arquitectura de la unidad de potencia Mercedes-Benz, la que más tokens ha gastado hasta el momento, la que más cerca decía estar de Mercedes, y sin embargo, la que más desencantos está originando por centímetro cuadrado de pista.

Para cualquier tifoso, la situación actual es mala de narices. Hace un año, cuando todavía valía echarle las culpas a la herencia recibida y soñar con el mañana más y mejor, Arrivabene sacaba pecho ante las cámaras que parecía un brazo de mar, y Vettel ya se había embolsado una carrera (Malasia) sumando 80 puntos en total, mientras que Raikkonen atesoraba 52.

A día de hoy, Sebastian sólo tiene cosechados 48 mientras que Kimi, quien le ha adelantado por la derecha en lo que llevamos de temporada, suma 60. No hay ninguna victoria en el casillero de la italiana y Maurizio está desaparecido en combate o se muestra directamente mustio cuando lo enfocan las televisiones del mundo mundial. 132 puntos conseguidos en 2015 antes de Mónaco y con el coche de Fernando (sic) frente a los 102 logrados en 2016 en el mismo espacio de tiempo. Hagan la cuenta, damas y caballeros...

Sergio Marchionne es el principal problema, aquí no me cabe ni un atisbo de duda.

No entiendes de qué va el asunto ni cuál es la esencia de La Scuderia, y te crees que los milagros existen. Has ganado peso político pero Bernie es un hueso duro de roer y casi sin darte cuenta, puesto que en 2015 no fuiste capaz de complacerle, para 2016 y por lo que se ve, le ha salido a él una novia más galante y zalamera: Red Bull. Y tus problemas se multiplican exponencialmente.

La salida a bolsa —a bolsas, por aquello de ser exactos: New York y Milán— no ha ido todo lo bien que se esperaba. La crisis del mercado chino y la caída el crudo, han cogido a Ferrari y sus acciones en un mal momento especulativo. Pero en vez de cerrar filas alrededor de la causa común, a don Sergio no se le ocurría mejor idea que aumentar la presión por centímetro cúbico sobre la de Il Cavallino

Bien, ya hemos llegado a ese punto en que iban a rodar cabezas. La próxima amenaza será la de poner a quien no cumpla con lo esperado a espaldas de un paredón y ante un cañón antiaéreo, como hace Kim Jong-Un con quienes le llevan la contraria. Pero, ¿y después?

No hay margen. Ferrari, como decía más arriba, es el fabricante que más tokens ha gastado. Pero ni por esas. El coche de Allison no ha salido bueno: adolece de falta de tracción en el eje trasero, sufre de calentones en el propulsor, no llega a los Mercedes AMG ni así lo empuje una banda de gaiteros sin gaita. Marc Gené admite ante los focos que son dos o tres, o cuatro o cinco, o seis o siete décimas las que faltan, según van pasando los minutos de entrevista, pero llega el Gran Premio de España y nos salva el reventón que sufrió Ricciardo, porque sin eso, el podio barcelonés habría parecido un sandwich con Kimi haciendo de jamón de York, y Max y Daniel, de tapas de pan de molde.

No estamos bien y me temo (espero equivocarme), que en Mónaco, la cosa vaya a seguir tan achuchada como de costumbre. La entrega de potencia no es tan vital, pero el chasis sí, y aquí que el coche de Fernando (sic) nos permitió rascar unos puntos el año pasado, pero al de Allison no lo veo tan entonado como desearía para el trazado del Principado.

Alabo, eso sí, la mentalidad ganadora de Sebastian. Es de nota: «Nos miramos a nosotros mismos. Fuimos tan competitivos como esperábamos en España, salvo el sábado. El domingo estuvimos más cerca de lo que esperábamos y luchamos para adelantar. Una vez que conseguimos adelantar, que no ocurrió muchas veces en la carrera, demostramos ser más rápidos.» Ahí, con dos cojones, como diciendo «no tengo abuela.»

Os leo

4 comentarios:

  1. Ya que hablamos de Mercedes y sus extravagancias, siempre con la venia del anfitrión, arrojo entre vosotros una manzana envenenada, por ver si alguno la coge... y me quita la mala idea de la cabeza.

    No poco se ha hablado acerca de las ayudas que dio la FIA a la estrella. Que contaron con la normativa, los test ilegales y la especificación del impulsor mucho antes que nadie. Testimonio del mismísimo Bernie.

    Ahora yo me pregunto... Siendo así, quiénes habrán sido las Eminencias que elaboraron dicha reglamentación? Los que plantaron las bases físicas contra las cuales están rompiendo lanzas tres motoristas...

    Cómo sabrían sin un prototipo, si los 150.000 rpm del turbocompresor fueran un límite adecuado (o posible) para un monoplaza? Si 3, 4 o 20 MJ iban a ser lo suyo para el despliegue de la energía almacenada? Si 100 kg de combustible constituirían lo justo y necesario para que el térmico alcanzara la meta en 2014 (650 hp), y que físicamente NO pudieran evolucionar la UP (800 hp hoy) hasta alcanzar una potencia excesiva, asunto que tanto preocupa a la FIA...? Debería Ferrari con su dinero, haber comprado inmediatamente a cada uno de estos guardianes del fuego de Prometeo.

    Pero y si, lo que en realidad ocurrió fue que la normativa de la FIA ha sido redactada a imagen y semejanza de algun impulsor veterano, ya en dinamómetro? Y si dicho fabricante hubiese sido Mercedes?

    Digamos, su iteración número ciento cuarenta y nueve. Chillando en el banco de pruebas. Un baremo concreto al que aferrarse para elaborar toda una especificación, un nuevo paradigma motor. De esta manera, hubiesen sido los alemanes quienes ayudaron a la FIA. Y a cambio, obtuvieron un buen inicio asegurado. Pura conspiranoia mía.

    Un detallito de nada, quizás olvidaron enseñarle a las visitas el Otro. La evolución número cientocincuenta, la que llevaba TJI. El chisme que llevan escondiendo desde el principio, y con lo que están robando puntos a dos manos.

    https://vimeo.com/166635777?ref=tw-share

    Ahora Sí, declaman nipones y galos. Sabemos lo que tiene Mercedes, y estamos trabajando en ello. Veremos si han podido copiarlo propiamente. Ferrari por su parte, parece haber comprado la solución a Mahle, ya el año pasado. Pero están perdiendo su ventaja, puesto que todo lo que no avanza... retrocede. Podrán evolucionarlo y alcanzar finalmente a los alemanes? Penalizará indefectiblemente llevar turbina y compresor tan próximos? Estará marchando Renault hacia el mismo callejón sin salida? Será ésta la ventaja de Honda, que el año próximo asomará su compresor por delante, a lo Mercedes?

    ResponderEliminar
  2. Anónimo

    Yo creo que es más sencillo, es cómo todas las relaciones entre seres humanos y se llama capacidad de influencia.

    Reduerdas la película "El hombre que susurraba a los caballos"? pues eso es lo mismo, es la capacidad para susurrar en los oidos de los que mandan. Al final esa influencia, esa capacidad de trabajo de pasillo es la que hace ir las cosas hacia un lugar o hacia otro.

    ¿Que no es lo lógico?, ¿que deberían ser los ingenieros los que deciden? pues claro, pero los humanos somos como somos y solo nos cambian los errores, y no siempre.

    Y error tras error, va funcionando la F1, perdiendo espectadores y aficionados día tras día, carrera tras carrera.

    Saludos


    Respecto a la nenaza llorona, pues eso que sigue igual de desesperado y que si no consigue resultados pronto, el lloriqueo se extenderá por toda Italia y tendrán problemas de inundaciones. Entre Rossi y este podrían desbordar el Ebro.

    Más saludos

    ResponderEliminar
  3. Bueno, vale, quiza. Pero ahora, sin Alonso, son felices y eso no tiene precio.

    ResponderEliminar
  4. Son felices? Arrivabene no lo parece.

    ResponderEliminar