Es un hecho que don Maurizio no se prodiga como antaño, que don Sergio apenas baja de su torre de marfil, que Ferrari no va tan bien como se prometía...
Lo he comentado en SafetyCast en más de una ocasión, y aquí mismo lo he escrito en otras tantas: hasta Barcelona como poco, será difícil ver dónde está La Scuderia con respecto al único rival que existe, Mercedes AMG, así que toca armarse de paciencia porque con afirmar que «la rossa ha mejorado» ni hacemos ni aclaramos nada, ya que a todas luces y en el momento de escribir estas líneas, la de Il Cavallino, en el mejor de los casos sigue siendo un mero comparsa por mucho que la gente de Brackley, con Nico a la cabeza, nos recuerden machaconamente que Ferrari supone una amenaza.
Amenaza sí, pero controlada. La de Toto y Niki tiene la extraña facultad de controlarlo todo, desde qué sucede entre sus pilotos —el último stint de Lewis daría para reflexionar mucho a este respecto—, a qué márgenes obtiene sobre el resto de contrincantes —la reducción de velocidad de Rosberg en los compases finales de la prueba y el último stint de Hamilton, también darían para comerse el coco—, y eso, desengañémonos, supone a día de hoy mucho margen de reserva en el bolsillo.
Pero estamos hablando de la italiana y estoy reclamando paciencia con ella porque la temporada es larga, tanto que con dos pruebas disputadas aún nos queda el mismo número de carreras que compusieron el calendario 2015: diecinueve, por aquello de concretar.
La cita de ayer no fue buena a pesar de que Kimi consiguiera el segundo puesto. Y no lo fue porque con los ojos puestos en Melbourne, Maranello daba la sensación de haber retrocedido en el trazado de Sakhir.
A ver, el circuito bareiní se pintaba de perlas para los propósitos de La Scuderia. La salida con una buena cantidad de metros por delante hasta la curva número 1; mayor importancia de la velocidad punta que en Albert Park; previsible mejor aprovechamiento de los compuestos más blandos llevados por Pirelli; un Vettel que a punto estuvo de lograrlo en Australia...
Nada salió a derechas en el emirato y desde casi el inicio del fin de semana.
Es cierto que James Allison no estaba en Bahrein debido al triste fallecimiento de su esposa Rebecca, y que esa podría ser una buena razón para justificar la sensación de que el chasis iba por un lado y la mecánica por otro, o para explicar incluso cómo no se supo exprimir los neumáticos hasta sus últimas consecuencias.
En calificación ya teníamos los primeros síntomas: Vettel y Raikkonen a medio segundo de Hamilton y Rosberg... Y en carrera: rotura de propulsor en el coche del alemán durante la vuelta de instalación (a bajo régimen y con el calor de la UP por las nubes) y Kimi que arrancaba con sus posaderas, peor incluso que Hamilton.
Pero el «sobrevalorado» finlandés iba a saber sobreponerse. Primeras vueltas de infarto. Ritmo frenético buscando la cabeza y genialidad cuidando las gomas, como queriendo cerrar más de una boca, hasta que el muro de la rossa decide que no se puede pillar a Nico y que hay que protegerse de Lewis. La segunda plaza es buena, pero si Mercedes no la hubiera cagado con el británico de la anglo-alemana, ni eso...
China está a la vuelta de la esquina y Ferrari va a tener que jugar con las mismas cartas que en Bahrein. No aspiro a milagros en Shanghai. Brackley controla el cotarro y el éxito de Ferrari depende más de los errores que pueda cometer la de las tres puntas que de sí misma. Luego vendrá Rusia y más tarde España, y ahí sí, a la espera de Gran Bretaña podremos hablar de si estamos ante otra campaña para tirar a la basura o si por el contrario, toda la carne puesta en el asador este pasado invierno va a servir definitivamente para plantar cara a Mercedes AMG.
Yo voy a esperar. Os leo.
Hay noticias y comentarios de personas entendidas que me encienden los colores, que me dan vergüenza ajena. Ayer mismo cuando el alemán inocente de cualquier cosa rompió por el calor, tuvimos que empezar a oír opiniones interesadas, y no se si financiadas, que intentaban sinó manipular, si por lo menos manejar la información que corría por las redes sociales.
ResponderEliminarAntes de comenzar este mundial, tuvimos tiempo de analizar los motores de esta temporada, y vimos rápidamente que Ferrari tenía un concepto de motor propicio para romper por calor, para comportarse como un horno.
Turbo pequeño colocado abajo con las unidades eléctricas a los lados. Conclusión: ese turbo, en esa posición, no resiste el calor. Es tan simple cómo eso, pero en el laboratorio de Ferrari pensaron que eran capaces de controlar ese calor. Sin embargo, para controlarlo necesitan velocidad y por lo tanto flujo de aire, sin ese flujo el calor sube de forma exponencial hasta la rotura de cualquier elemento, bien del turbo, bien del motor.
¿Teoría de aficionadillos? no digo que no, ya que soy aficionadillo. Pero cuando planteas estos temas hace 3 ó 4 meses y se cumple todo lo que pensaste en esos momentos, te da que el problema viene por ahí. Ni un solo periodista ha intentado explicar el tema de la nula fiabilidad de Ferrari, solo los bloggers, como aquí el amigo Orroe, y algún aficionadillo hemos intentado explicar el tema.
Ayer ya tuvimos que oír la explicación filtrada a los amigos: el turbo tiene un problema de fabricación y hasta el GP de España no habrá soluciones porque se está rediseñando.
Nos toman por tontos, si el problema es un defecto de fabricación ¿porque se está rediseñando? No me gusta nada que me manipulen y menos que usen a periodistas para hacerlo.
Sobre el segundo de perdida de HAM a causa del accidente hablaremos más tarde viendo las tablas de la velocidad punta de la carrera.
Saludos
Ferrari: apretar el motor y luego buscar fiabilidad.
ResponderEliminarMcLaren: cuidar el motor e ir en pos de la velocidad más adelante.
Ferrari: Vettel fuera.
McLaren: Button fuera.
Dos estrategias contrapuestas con los mismos resultados.
Qué queréis que os diga, prefiero el riesgo rojo al conservadurismo nipón.
El nuevo F16 es un monoplaza mucho mas redondo que su antecesor y las mejoras son evidentes.
ResponderEliminarEste chasis 100% Allison con el cambio de suspensión delantera le ha dado la vida a Kimi, una gozada verle recuperar posiciones con los Williams y el Red Bull de Ricciardo, y para eso también hace falta potencia.
Cuando ferrari cambio el diseño al 60°/° del motor ya algunos avisamos a nuestros conocidos que ese motor podria tener problemas de fiabilidad, por ello nos llamarpn agoreros, ye lo que hay. Amperimetro. Un abrazo Jose.
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