Kimi is faster than you!

El sabio me dijo que subiera a la cima de la montaña y esperara allí paciente. Que aguantara las inclemencias del frío, el viento y la soledad; que templara en los riscos mi espíritu hasta que notara cómo mis plumas se recobraban de las heridas recibidas y al desplegar las alas, sus estandartes dibujaban de nuevo infinitos filos iridisados...

Hace tiempo, podía comenzar una entrada con un párrafo similar al que abre este texto y me habría quedado más ancho que largo. Vosotros no íbais a hacer preguntas y si las hacíais, a mí me daba lo mismo ya que iba a ser igualmente genuino que en mis contestaciones según fuese el día. 

Pero se cruzó entre nosotros el coño feedback. Los años han seguido pasando y os confieso ahora que añoro aquellos instantes en que me era posible solicitar que encendiérais hogueras por si nos veía el único poeta que nos queda sobre los circuitos. Y respondísteis, ladrones, como habéis hecho siempre.

El caso es que peino más canas que antes pero ahora mis alas son más fuertes y los acantilados me dan menos miedo que hace unas horas. No sé si el sabio de la montaña tuvo alguna vez razón, pero hay mucho frío, viento y soledad a mis espaldas, tanto es así, que anteayer me miré en el espejo como hago cada mañana, pero esta vez vi al crío que he sido siempre —la misma imagen que me devuelven los ojos grises de mi madre—. Observándome desde el otro lado de esa muralla que vuelve las cosas del revés. Susurrándome cosas que no puedo repetir.

Es tarde, pero he pensado en a quién coño le importa. Y he recalado a renglón seguido, en los numerosos náufragos que sucumben a estas horas en que han terminado los entrenamientos de pretemporada, al imperio acuático de los números, datos y estadísticas. Y como acto de rebeldía, me he propuesto hablar del sobrevalorado Kimi, por aquello de echar el rato y meter a más de uno el dedo en salva sea la parte.

Raikkonen no va a superar a Vettel al final de la campaña, despertad de una vez. Iceman es feliz en su nuevo formato y ha firmado contrato para permitir que Sebastian se lleve la Palma de Oro en Cannes, al menos en lo que respecta a Maranello. Ferrari se ha puesto en modo líder y punto, no como cuando andaban por allí Fernando y Felipe, y al finlandés le ha tocado hacer de segundo en la tómbola de las vanidades italianas, con el único fin de cubrir las espaldas al efebo teutón que hará reverdecer las glorias de La Scuderia, o eso dicen.

Pero ojo al dato: el querubín del norte y cabellos dorados, podría ser más rápido que su sombra, como Lucky Luke. Como demostró en Lotus no hace tanto. Otra cosa es que a don Sergio le convenciese el tema; que lo mismo, si hubiese firmado como estandarte de la de Il Cavallino en vez de como escudero, Kimi nos devolvía a esa realidad que tantos niegan.

Son cosas de la edad, del sabio, del paso del tiempo y del coño feedback, y sin duda, de mis alas...

Os leo.