Comprendo que últimamente puede parecer que hablo mucho de Maranello y sus cosas, pero es lo que tiene atesorar poder en la Fórmula 1: copas mayor espacio que tus rivales tanto en los medios de comunicación como en el corazoncito de la FIA y el FOM.
Hoy, por ejemplo, se han presentado el FW38 de Williams y el SF16-H de Ferrari y sin embargo, a estas horas se está hablando proporcionalmente más de la máquina italiana que de la británica, y eso que con la humildad que me caracteriza, debo decir que en términos de diseño, me parece más interesante el monoplaza de Grove que el de La Scuderia.
No os pongáis así. Como buen tifoso, me había hecho ilusiones con la incorporación del color blanco a la librea del coche que conducirán este año Sebastian Vettel y Kimi Raikkonen, pero seamos sinceros: la cosa se ha quedado en un sí es no es porque el diseño de los modernos vehículos tampoco permite excelencias cromáticas como las que vivimos sobre los 312B y T de la década de los setenta del siglo pasado, y la globalización y correción política, pues en fin: impiden que exista posibilidad de situar la tricolor en lugar destacado de la carrocería.
Salvando esta cuestión de gusto —estrictamente personal, aviso—, el proyecto de James Allison se me antoja demasiado corto de miras, ya que pudiendo haber clonado las líneas maestras de cualquiera de los coches de Mercedes AMG durante 2014 y 2015, adopta una nose que recuerda a los Williams, y una zaga que pone en solfa a la prensa británica en aquello de que apostar por la tendencia size zero suponía un grave error para McLaren.
A ver, antes de continuar me gustaría decir, que cuando no puedes pelear de tu a tú con caballos, lo mejor es que te alíes con la aerodinámica para mejorar el rendimiento.
Ya lo hizo Newey y no hace tanto. Forma de botella cuanto más estilizada mejor, aun corriendo el riesgo de quemar el motor. El invento funcionó bien en la saga RB5 a 9, pero fue una de las puntillas que terminaron con la paciencia de Renault...
Ya lo hizo Newey y no hace tanto. Forma de botella cuanto más estilizada mejor, aun corriendo el riesgo de quemar el motor. El invento funcionó bien en la saga RB5 a 9, pero fue una de las puntillas que terminaron con la paciencia de Renault...
Allison se la juega con este planteamiento, desde luego, pero delata también que a la unidad de potencia italiana todavía le falta bastante recorrido para acercarse a la de Stuttgart, y muestra de ello son las branquias de ventilación que aparecen a los lados del habitáculo: diseño muy ceñido, ergo hay que dar aire al material propulsor.
En otro orden de cosas y por ir terminando: se retorna a la push-rod delantera y en consecuencia, se adopta un rake más pronunciado que en el F14T y SF15T, pero aquí se acaban las excusas. El Ferrari de este año no tiene nada que ver sobre el papel con los pérfidos legados de Zapatero, es un decir. Como decía antes, me parece corto de miras, pero en todo caso, habrá que verlo desenvolviéndose en pista antes de hacer un análisis más exhaustivo.
Os leo.
Os leo.
no he visto el diseño, pero por lo que cuentas el conjunto turbo y compresor van detrás y ahí generarán un horno de magnitud apreciable, pero muy abajo para obtener un buen rendimiento térmico.
ResponderEliminarCorrígeme si me equivoco por favor.
Saludos