Escucho al mar desde mi estudio, llamando a la guerra mientras devora hoy como ayer la arena de la playa de Gorliz. El cielo sobre él y sobre mí nos regala una temperatura tibia y pienso, cómo no, en Pastor y en las infinitas selvas esmeralda de las que ha salido.
Recuerdo todavía aquel incendio que se desató en el box de Bruno Senna, en Williams, tras el Gran Premio de España 2012. Un cortocircuito había desatado un infierno de humo y caos en el garaje de la británica. Maldonado había ganado aquella carrera y había sido alzado en el podio en señal de homenaje, por Fernando Alonso y Kimi Raikkonen, pero vestido aún con el mono de trabajo y la gorra publicitaria, quedó inmortalizado brevemente llevando un chiquillo amedrentado a sus espaldas.
De haberse llamado Shepherd en vez de Pastor, estoy seguro de que su historia habría sido distinta. Lejos de ser el eterno paradigma de piloto de pago, habría supuesto un valor añadido que PDVSA le haya resuelto durante cinco años la soldada y el asiento. Si en vez de en Maracay hubiese nacido en la británica Cardigan, por poner un ejemplo, a lo mejor se había merecido compartir el sobrenombre de Tigre de Gales con Tom Jones...
En fin, la vida nunca es como quieres sino como viene, y el caso es que Maldonado es venezolano, de un país que nunca ha mostrado intención de albergar una prueba de Fórmula 1 aunque ha resultado interesante para el aparato en aquello de crear afición antes de poner los circuitos. Entre otros, Petrov, Chandhok, Karthikeyan, Pérez o Gutiérrez, el propio Kyvat, han servido en nuestro pasado reciente para idénticos menesteres y al negocio no le ha ido tan mal.
El petróleo, abundante en Venezuela, no ha valido a Pastor sino para mancharse, así como los apoyos políticos recibidos, y esto sí que me sorprende porque la gente ha olvidado que Osama Bin Laden puso su nombre en los laterales de los Williams, que la fortuna de Mansour Ojjeh tenía su origen en el tráfico de armas en Líbano, que Putin es un aval para Ecclestone, o que en líneas generales, no conviene arriesgarse a arañar la superficie del dinero que circula en nuestro deporte por ver de dónde viene, ya que a lo peor más de uno se lleva un susto.
Sea como fuere, Maldonado no ha tenido suerte. Todas estas circunstancias que os acabo de relatar, sumadas a la caída irremediable del precio del crudo, han jugado más en su contra que a su favor y eso que son el pan nuestro de cada día en la Fórmula 1. Por ausencia de pasta, Renault ha zanjado el asunto, su asunto, dándole su asiento a Kevin Magnussen —se ve que el próximo lustro viajamos al norte—, e impidiéndonos de paso disfrutar de uno de los pocos pura sangre que nos quedaban en la parrilla.
Buena persona a decir de sus amigos y menos rompecoches de lo que parecía, Pastor era en pista de la vieja escuela, old school, que dicen los finos: rocoso, duro en el cuerpo a cuerpo, arrojado, sin miedo, características que ya no se pueden vender porque gracias al reglamento deportivo y a la tontuna que nos embarga, lo que prima ahora es ser osito de peluche, a poder ser, de pelaje rosa para las chicas y azul para los chicos.
Buena suerte, Pastor, en Nürburgring se te ha querido y te echaremos de menos.
Asi es, de los sin miedo al cuerpo a cuerpo, que al final jugo en su contra, pero bueno, pudo hacerlo mejor si se concentraba un poco más, suerte a pastor en sus nuevos proyectos..
ResponderEliminarLa F1 requiere de ese tipo de matiz para generar fanatismo. Perder a Pastor de la grilla es sin duda un bajón importante en lo que a emoción se refiere. Esperamos verlo pronto de regreso. Exitos
ResponderEliminarMuchos fueron los comentarios desproporcionados a los cuales se vio sometido Pastor, siendo digno de elogio su capacidad de pasar por encima de ellos y entregarse por completo en la pista. Quizás su único error fue el involucrar la política con este deporte, pero su calidad y experticia solapaba este hecho. Esperamos verlo pronto, mostrando esa gallardía y agresividad que siempre lo destacaron en el gran circo. Éxitos. Rafael Graterol
ResponderEliminarExcelente comentario concuerdo 100% aunq para mi pastor no entendió lo mediático de la F1 necesito mejores publicista q evitarán tan brutal campaña de descrédito, nunca lo vimos en una buena obra, apoyando, solidario, ni siquiera supimos como se preparaba, q comía q hacia fuera del gran circo ...y lo mas terrible es q ahora es q se necesita estar en contacto con todos sus seguidores y simpatizantes q añoramos un pronto regreso y la información es bastante escasa o muy escueta, ojala cambie a ese entorno q no le brindo frutos, ojala busque profesionales q lo pagan en boca de una afición ávida de protagonistas latinoamericanos, un abrazo
ResponderEliminarEl papel que está haciendo Renault es vergonzoso, quedar por detrás de Manor y otras escuderías de tercera es simplemente penoso, Palmer le teme a la velocidad y Magnussen le teme a la critica, arrepentidisimos deben estar en la casa del rombo, de haber salido de un pilotazo que no le tiene miedo a nada, animo Pastor, dignidad es lo que te sobra
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