Fino humor inglés

Es viernes de enero todavía, por la tarde, y a estas horas de otros días como hoy, de enero también, apetecía charlar sobre Fórmula 1 porque El Circo ya se había puesto en marcha.

La cosa está malita y hasta Joe Saward se permite el lujo de criticar a los otros Joe Saward que en el mundo son y han sido. Hablar de ciertas cosas es pura redundancia, viene a decir más o menos. No lleva a nada sino a rellenar huecos como quien juega al Tetris, más o menos viene a afirmar. Desde luego que él sí que sabe de qué va esta cosa de andar sacando ases de la manga cuando la partida no da para más. A él me remito como autoridad en lo suyo, sí, en eso, para extraer como conclusión, que sin ser la persona más adecuada para señalarlo, no le falta ni un ápice de razón.

A estas alturas en otra vida, teníamos algunos coches sobre los que podíamos discutir y se percibía en el horizonte cercano el ronronear de los motores. Sin querer o queriendo, del primero al último aficionado se había puesto las pilas para que la actualidad no le pillara en calzoncillos o bragas. A cambio, tenemos hoy en día una atmósfera dominada por la ausencia del platillo volante del circuito de Jerez, empapada por el ya se verá de esas presentaciones virtuales que a decir de los expertos, clavarán la filosofía de los vehículos que correran después sobre las pistas de Dios, sencillamente porque sobre sus bosquejos, elaborarán ellos mil y una teorías de la relatividad como la de Einstein...

Hay mucho de mentira en todo esto, aunque también existe un amplio consenso en digerirlo tal cual viene, para qué vamos a engañarnos. 

Bernie dice que pasa de internet pero consiente en que sea internet el vehículo más rápido con el cual el aficionado abreve lo antes posible lo que nos trae el hoy. Además, el ejercicio de fuegos artificiales resulta sumamente barato y por tanto, beneficioso para el negocio.

Basta ponerse una foto en Facebook o Twitter para parecer quien no eres. Pobre Fox Mulder, lo que está ahí fuera no es la verdad, sino un decorado de madera de balsa, cartulina, cartón y tafetán, que hace las veces de verdad...

Os cuento una anécdota que no aparece en Wikipedia. Corría 2009. Toyota presentaba su coche para aquel año y fue precisamente aquí donde señalé que nos estaban tomando el pelo [Photoshop TF109]. Han transcurrido tan sólo siete años, pero desgraciadamente, aquello que sucedió y parecía una ignominia, lo daríamos hoy por bueno y válido. ¡Manda huevos!

Cambian los tiempos a velocidad de vértigo y nosotros, a veces sin saberlo, nos acoplamos a la tendencia del momento sin hacer preguntas. Dicen los british que la Fórmula 1 busca el espectáculo y ahí vamos nosotros, a jurar que es cierto donde haga falta. Ni Ferrari celebra el Wroom en Madonna di Campligio, pero no importa. Todo va bien a 29 de enero de 2016. No hay entrenamientos en Jerez y los coches de la temporada se están perfilando en 3D. Todo es fino humor inglés. Apenas hay de qué hablar, pero siempre nos quedarán Mildred y George para echar el rato.

Os leo.