viernes, 11 de septiembre de 2015

Red Bull / Mercedes-Benz


Espero que sepáis disculpar mi atrevimiento. Siendo viernes por la tarde no sabía cómo llamar vuestra atención y he pensado en que ni se iba a notar, ya que funcionó tan bien aquello de que Red Bull pretendía que la sustituta de Renault como motorista en la austriaca fuese Audi o Volkswagen, o no me acuerdo qué empresa del grupo VAG.

No sé si lo recordáis, pero el asunto llenó de tinta millares de páginas y por supuesto, dio como para que los aficionados se posicionasen a favor o en contra desde febrero pasado a finales de junio, cuando la renuncia de Ferdinand Piech abrió una puerta, que salvo para la seria prensa especializada, siempre estuvo cerrada.

La misma prensa especializada, sea dicho de paso, que ahora canturréa ¡Aigó, aigó, Ferrari viene a Milton Keynes! Pero como este estribillo puede quedar desfasado en un pispás y sin que a nadie le tiemble la pluma, me he dicho: José Antonio, tírate a la piscina a la vista de todos.

Es un ejercicio que acostumbro a practicar para mantener eso que llaman memoria muscular. Estás todo el día en la zona de confort y te acabas amodorrando, y cuando hace falta que el cuerpo y la mente respondan adecuadamente, terminas emitiendo un gallo o la postura de la grulla te sale en plan jilguero, ya me entendéis. Y no, esta tarde no estaba por la labor de dar el cante, así que sin pensármelo dos veces he decidido que sería bueno torear la ortodoxia aunque no sean las cinco de la tarde, y contaros una historia por ver si dormís plácidamente:

Érase que se era (el once upon a time que dicen los british), que Bernie se había quitado casi de encima el tema Gribkowsky y volviendo a la aldea como Gandalf a Hobbiton, la encontró sumida en el caos y el desconcierto...

No, este no es el tono adecuado. Podemos caer en las telas de araña que tejen en Gran Bretaña pero nos hemos ganado que nos traten con respeto, y en vez de un cuento para niños o jovenzuelos, creo que merecemos un relato corto de género negro:

Hizo sonar el hielo contras la paredes del vaso que sostenía su mano, mientras el mundo exterior se desvanecía más allá del cristal de la ventana. Llovía insistentemente en una de esas tardes de postal que acercan a los turistas las peculiaridades de Londres en primavera. Miró el recipiente y agotó su contenido en un trago prolongado. La rubia tenía razón. Tenía que dejar de beber a hurtadillas porque la edad no perdona, y también tenía que coger el toro por los cuernos. Los contratos están para ser rotos pero hay que ser sumamente cuidadoso en el proceso. 

Los franceses quieren su escudería y los austriacos un motor alemán. Sigue lloviendo. Enstone no está en buena posición y sería posible evitar las penalizaciones tensando un poco la cuerda. La rubia dice que salvarles el culo es una opción. Se adelantan los derechos para que paguen las nóminas y tendrán que entrar en el juego por cojones. No es que el método le guste demasiado, pero la rubia podría tener razón. Y se sirve otro pecado con hielo y vuelve a la ventana.

Los boches le deberían una. Tan sólo cambian de suministrado y si son inteligentes, comprenderán inmediatamente que es eso o salir del mapa. Los gabachos también. Qué más les da quién lleve sus motores. Quieren un equipo... pues bien, ya lo tienen. Y los austriacos saldarían con la operación la que le deben desde que en 2012 aceptaron firmar con condiciones hasta 2020. Continúa lloviendo pero el horizonte ya no parece tan gris...

Queda resolver lo de los italianos, pero eso se arregla dorándoles un poco la píldora y dándoles Faenza...

—¡Moneypenny. Aunque no sean horas, póngame con Lopez, Zetsche y Ghosn, y por este orden. Llame a Fabiana y dígale que no volveré a casa hasta mañana. Reserve luego una mesa para dos en Chez Bruce y nuestra suite en el Corinthia. Y haga hueco en su agenda porque tenemos que preparar juntos la entrevista con Mateschitz, y a conciencia.

—¿No vas a hablar con Marchionne, cielo?

—Apúntalo para el viernes, preciosa...

Os leo.

2 comentarios:

  1. Jaja, muy bueno, estoy de acuerdo con que se ha tendido una cortina de humo rojo sobre al asunto. Aquí tienes un Biscúter a tu disposición; por si necesitas que se quiebren algunas piernas o sangren algunas napias.

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  2. Buenos días ;)

    Cao Wen ;) Hay cortinas de humo por todos lados. No es normal que la silly season llegue tan lejos, pero a día de hoy, tenemos más bulos y chismes que información de la buena.

    Un abrazote ;)

    Jose

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