Ya no hago crónicas, hago medicina forense, que es más entretenido y da para alimentar más entradas. El año pasado me costó lo que no está escrito narrar al completo lo que pasaba los domingos de carrera —en el libro cuento cómo llegé a eso—, así que voy a hacer un repaso a la prueba de hoy recordando que hace un tiempo escribí otra aquí mismo, que se titulaba Al acecho.
Y hoy ha vuelto a suceder. Williams pintaba bastos en Hungría, Mercedes AMG parece que sigue probando las salidas sin ayuda que estarán vigentes en Bélgica, y Ferrari robaba la cartera a Lewis y Nico en los primeros metros de la arrancada, precisamente porque tiene obligación de permanecer al acecho, que la suerte es esquiva y más vale pájaro en mano que ciento volando, que diría aquél.
A partir de ese instante, la carrera ha sido hermosota cuando no voluptuosa, como un buen relato erótico. Vettel ha cogido la delantera y de ahí p'alante, que Hungaroring sigue siendo una ratonera en la que quien quiere asfixiarse se ahoga, como Hamilton, y en la que los adelantamientos son caros de cojones.
Y todo iba bien para La Scuderia hasta que a Kimi se le han roto los plomos. Pero estaba Vettel y hoy tengo que decir, que me he alegrado de que le tocase precisamente a él.
No ha habido grititos histéricos por radio, pero sí una plegaria a Jules que me ha emocionado, aunque no tanto como ese abrazote entre Fernando y Philippe en los previos, que debería servir para que muchos bocazas se graparan los dedos a la ropa para no escribir jamás sobre cosas que no entenderán en su puta vida, sencillamente porque ni la cabeza ni el espíritu les da para más...
La prueba de esta tarde ha supuesto un fabuloso homenaje a ese espectáculo que siempre está ahí y nunca vemos. A los segundones del repertorio. A un #17 que por los siglos de los siglos queda solapado por la arrogancia de los grandes. A un Jules que triunfa en Mónaco quedando octavo, bajando al puesto nono por penalización. A unos primeros puntos de Marussia que a muchos nos supieron a gloria. Y los Red Bull se ponían en modo vuelo bajo y salpimentaban el tercer stint porque hoy era el día, ya que mañana quizás no estemos ninguno aquí para poner velas en un yogurt de chocolate porque en casa no se estila eso de celebrar un cumpleaños, un aniversario o cualquier otra menudencia, que ponga en riesgo el imperio de la hipocresía y los meapilas.
Y como decía hace unos párrafos, me alegro de que haya sido Sebastian quien haya triunfado en el circuito magiar, porque necesitaba congraciarme con el género humano, y porque aún sabiendo que el 90% de la parrilla habría perdido el culo por poder dedicar la victoria al compañero desaparecido, me felicito ante la coyuntura de que le haya tocado al efebo matarécords, ya que a mi sobrina nieta Cora, podré contarle dentro de unos años, que con tan sólo dos días y medio de vida, los astros se alinearon en el cielo para que un tipo que ha vivido entre algodones, mostrara los cojones suficientes para pronunciar el nombre de Jules desde el cockpit de su monoplaza sin echarse a llorar —aunque sospecho que alguna lágrima se ha deslizado por sus mejillas—, mientras la rossa acumulaba una nueva victoria ante el palmario naufragio de su enemiga, la de Brackley.
Pagaría por saber qué se han dicho Fernando y Philippe en la antesala de la salida, pero me basta con haber disfrutado como un enano con el Gran Premio de Hungría 2015. Será por la edad o por cualquier otra circunstancia, pero hoy os confieso que me he vendido barato.
Os leo.
Y hoy ha vuelto a suceder. Williams pintaba bastos en Hungría, Mercedes AMG parece que sigue probando las salidas sin ayuda que estarán vigentes en Bélgica, y Ferrari robaba la cartera a Lewis y Nico en los primeros metros de la arrancada, precisamente porque tiene obligación de permanecer al acecho, que la suerte es esquiva y más vale pájaro en mano que ciento volando, que diría aquél.
A partir de ese instante, la carrera ha sido hermosota cuando no voluptuosa, como un buen relato erótico. Vettel ha cogido la delantera y de ahí p'alante, que Hungaroring sigue siendo una ratonera en la que quien quiere asfixiarse se ahoga, como Hamilton, y en la que los adelantamientos son caros de cojones.
Y todo iba bien para La Scuderia hasta que a Kimi se le han roto los plomos. Pero estaba Vettel y hoy tengo que decir, que me he alegrado de que le tocase precisamente a él.
No ha habido grititos histéricos por radio, pero sí una plegaria a Jules que me ha emocionado, aunque no tanto como ese abrazote entre Fernando y Philippe en los previos, que debería servir para que muchos bocazas se graparan los dedos a la ropa para no escribir jamás sobre cosas que no entenderán en su puta vida, sencillamente porque ni la cabeza ni el espíritu les da para más...
La prueba de esta tarde ha supuesto un fabuloso homenaje a ese espectáculo que siempre está ahí y nunca vemos. A los segundones del repertorio. A un #17 que por los siglos de los siglos queda solapado por la arrogancia de los grandes. A un Jules que triunfa en Mónaco quedando octavo, bajando al puesto nono por penalización. A unos primeros puntos de Marussia que a muchos nos supieron a gloria. Y los Red Bull se ponían en modo vuelo bajo y salpimentaban el tercer stint porque hoy era el día, ya que mañana quizás no estemos ninguno aquí para poner velas en un yogurt de chocolate porque en casa no se estila eso de celebrar un cumpleaños, un aniversario o cualquier otra menudencia, que ponga en riesgo el imperio de la hipocresía y los meapilas.
Y como decía hace unos párrafos, me alegro de que haya sido Sebastian quien haya triunfado en el circuito magiar, porque necesitaba congraciarme con el género humano, y porque aún sabiendo que el 90% de la parrilla habría perdido el culo por poder dedicar la victoria al compañero desaparecido, me felicito ante la coyuntura de que le haya tocado al efebo matarécords, ya que a mi sobrina nieta Cora, podré contarle dentro de unos años, que con tan sólo dos días y medio de vida, los astros se alinearon en el cielo para que un tipo que ha vivido entre algodones, mostrara los cojones suficientes para pronunciar el nombre de Jules desde el cockpit de su monoplaza sin echarse a llorar —aunque sospecho que alguna lágrima se ha deslizado por sus mejillas—, mientras la rossa acumulaba una nueva victoria ante el palmario naufragio de su enemiga, la de Brackley.
Pagaría por saber qué se han dicho Fernando y Philippe en la antesala de la salida, pero me basta con haber disfrutado como un enano con el Gran Premio de Hungría 2015. Será por la edad o por cualquier otra circunstancia, pero hoy os confieso que me he vendido barato.
Os leo.
Que bueno eres, cabronazo. No dejes de escribir, léase ver la vida con el rabillo del ojo. Sin ti, esto sería una mierda.
ResponderEliminarLas declaraciones de Toto Wolf el sábado dan para una enciclopedia:
ResponderEliminar"El hueco parece que se ha reducido un poco, pero esperamos temperaturas más frescas mañana, que pueden jugar a nuestro favor. De todos modos, no vamos a subestimar a nuestros rivales. Nuestra ventaja es algo frágil y siempre necesitamos trabajar para mejorar cada detalle. Ferrari y Red Bull están en nuestra caza y listos por si cometemos algún error"
¡Saludos!
Muy bueno.
ResponderEliminarMuy buena la carrera. Deberían hacer volver la F1 a los circuitos ratoneros e históricos y que Tilke se metiera sus tilkódromos por ahí.
La cara que se le debe haber quedado a Rosberg viendo a Riccando en el podium....
ResponderEliminarMuy buena carrera de Ferrari, tuvieron el 1-2 a la mano, una pena el desenlace. Gran temporada de Vettel, a ver si al final hay sorpresa y es capaz de poner en apuro a los Mercedes.
ResponderEliminarDe momento con un coche de media 1 segundo mas lento esta ahi.La verdad es que no me extraña que en Ferrari lo adoren,se ha adaptado como un tifoso mas y esta mejorando los numeros de los ultimos años.Aunque por muchas manos que tenga el mundial es de Hamilton y de Mercedes.
ResponderEliminarDespues de leerte me ratifico en mi cambio de opinión : en un primer momento me pareció fatal que no fuese ( y soy su fan Nº 1) pero al poco tiempo : ¿que sé yo? , ¿quién soy yo para juzgarle , para conocer sus motivaciones?...el sabrá
ResponderEliminarAl día siguiente : si no lo hizo fue por algo , me vale con haber visto casi día tras día en twitter que ha sido casi el único en acordarse ( qué mal Ferrari ) , el domingo ese abrazo único me acabó de convencer
Carrera genial (como tus escritos) , la más divertida de año (y se empieza , poco a poco , a ver lo que nos espera con Mclaren)
Saludos
Sí, del mismo modo que durante 5 años el mundial era de Vettel y de Red Bull.
ResponderEliminarEn fin, todo el fin de semana ha sido para reconciliarse con la F1. Por fin hemos visto un homenaje decente a un piloto fallecido a consecuencia de un accidente en acto de servicio, no como el paripé vergonzante que le hicieron a María de Villota; luego la carrera fue de lo más divertido que se ha visto en los últimos tiempos, sin duda la mejor de este año, plena de alternativas y golpes de teatro. Aparte, creo que los comisarios de esta carrera lo han hecho muy bien, tomando las decisiones en tiempo y forma, y a mi parecer acertando de pleno.
Pero no hay que volverse locos, en este mismo circuito hemos visto carreras de aburrir a las ovejas, salvo cuando ha llovido. La clave ha estado en la salida, que no sé si habrá sido porque los merches se han puesto a hacer ensayos de salida manual, que ya me extraña, porque en un circuito donde los adelantamientos son tan caros es bastante suicida. Luego creo que también la diferencia tan acusada entre los dos tipos de gomas y las diferentes estrategias, sumado a la entrada del SC tras el accidente de Hulk, nos ha deparado un final de carrera muy entretenido. No entiendo como Rosberg pudo pedir que le pusieran nuevamente el medio en su última parada, fue como pegarse un tiro en el pie, aunque al final le hubiera dado lo mismo.
La posición final de Alonso me parece ficticia para las capacidades del machondo, creo que tuvieron mucha suerte, pero no está mal tener un poquito de vez en cuando. Así se van a las vacaciones con más moral.
A frigodedo le perdono el dedo en el podio por sus palabras tras pasar por la bandera a cuadros, no me lo esperaba y la verdad es que estuvo de chapeau.
Saludos.
Lastra.
Soy yo, o esta carrera ha sido una (otra) farsa?
ResponderEliminarHaciendo a un lado los errores que cometió Ham, que es humano después de todo, estas salidas fallidas no me cierran. Y Rosberg pedir duros? Pudiendo montar blandos para atacar a Vet?
Creo que ya comprendo mejor la foto con Bernie, y su casco prusiano.
Creo que esto ya lo he vivido....
ResponderEliminarOhhh!!! no.....
Era después del gran premio de Malasia, tema del caudalimetro, ahora la asistencia en salida, fin de semana caluroso....
Vienen grandes premios de velocidad, Ferrari se habrá montado otra vez en la montaña rusa de entonces.
Creo que esta carrera ha sido un espejismo, y no sólo para Ferrari. Como he dicho antes los siguientes grandes premios, no ayudarán mucho.